Delia Brito: "Yo no elegí la danza, la danza me eligió a mí"



Delia Brito en la variación de Kitri, del grand pas de deux de
"Don Quijote", en la fiesta del Día de la Danza en el Centro
Cultural "Carlos Acereto", el 30 de abril pasado

Es difícil que Delia Brito pase inadvertida. Su delgada figura de 1.75 metros hace que llame la atención en una reunión de gente. Y lo mismo ocurre cuando está en el escenario: su precisión, su seguridad y la facilidad aparente con que acomete extensiones interminables la colocan en el centro de la atención. No es fortuita su pertenencia durante dos temporadas al Ballet de San Antonio, en Texas, y su admisión por audición entre 60 bailarinas a la Compañía Nacional de Danza en 2005.



Dos satisfacciones para esta graduada de Relaciones Publicas del Instituto de Estudios de la Comunicación de Yucatán que al entrar a la adolescencia supo que en adelante se dedicaría a la danza clásica. “En un principio iba porque mis papás me llevaban, creo que para cumplir con el requisito que la niña de la casa debía ir a clases de ballet. Ellos fueron los que más se sorprendieron al verme cada vez más en serio respecto a las clases y querer hacer de esto mi estilo de vida”, confiesa.

Terminar una carrera universitaria fue una condición fijada en casa para que se dedicara a bailar. Pero desde que se graduó de la licenciatura su campo profesional ha sido en realidad la enseñanza del ballet, que ha ejercido en el Cebac, Técnicas del Arte, Danzart, La Fontaine y el Centro Estatal de Bellas Artes. En esta institución, y en la Escuela de Danza “Socorro Cerón”, se formó como bailarina en Mérida. Desde septiembre de 2014 es directora de su propia escuela, La Fábrica de Bailarines, en Francisco de Montejo, donde “sólo se imparte ballet, ya que quiero que se mantenga como un instituto de sólo danza clásica”.



En una charla con “Yucatán baila”, Delia comparte aspectos de su vida como bailarina, desde la influencia que ejerció en ella Grisell Estrada hasta qué hace cuando desea ver ballet de alto nivel en Mérida, pasando por las ocasiones en que compartió el escenario con Jaime Vargas y Érick Rodríguez:

Sobre bailar profesionalmente en Texas:
“Me abrió nuevos horizontes, así como perspectivas acerca de la danza. Ya nadie me puede contar qué es estar realmente bajo el rigor de la vida profesional como bailarín, cubrir todas las exigencias y también gozar de las recompensas”.

Sobre los aspectos decisivos en su formación como bailarina:
“En mi preparación, fue encontrarme con gente admirable, ejemplos a seguir”, entre ellos Grisell Estrada, su maestra y ensayadora durante cuatro años. La ex artista del Ballet Nacional de Cuba “hizo que me reinventara como bailarina”, al punto de que “hay un antes y un después de tener a Grisell como maestra”.  “Ella me llevó a una verdadera profesionalización”.
En el aspecto personal señala su tenacidad “y, sobre todo, la pasión que siento por la danza; siempre he dicho: yo no elegí la danza, la danza me eligió a mí”.

Aquello que más trabajo le ha costado dominar como bailarina:
“Lidiar con mi estatura, ya que descalza mido 1.75 metros, con las zapatillas de punta son aproximadamente 20 centímetros lo que aumento, así que digamos que me salgo un poco del estereotipo de las bailarinas mexicanas”.



La actuación con la que se ha sentido más satisfecha:
“Siempre hay algo que te deja un maravilloso sabor de boca, ya sea porque estás interpretando tu ballet favorito o porque tu variación te salió increíble o porque estás compartiendo escenario con alguien al que tú admiras. Aquí en Mérida la que me trae maravilloso recuerdos es cuando fui la única yucateca invitada a la clausura del X Concurso Nacional de Danza Infantil y Juvenil, en donde compartí escenario con Elisa Carrillo, primera bailarina de la Ópera de Berlín”. (Esta función, en la que Delia presentó “El hombre”, de Isabel Ávalos, con Braulio Álvarez, mexicano en el Ballet de Hamburgo, fue en julio de 2011 en el Teatro Armando Manzanero, la misma noche del concierto de Shakira en La Plancha).

Sobre bailar con Jaime Vargas, ex primer bailarín de la Compañía Nacional de Danza y el Royal Winnipeg Ballet (en 2008 en un programa completo de “Don Quijote”), y Érick Rodríguez, actualmente una de las primeras figuras de la CND (de 2012 a 2014 en la suite de “Paquita”, “La noche de Walpurgis” y la suite de “Don Quijote”):
 “Fue una preparación tanto física como mental. Con Jaime sí estaba nerviosa. Era alguien al que admiraba como bailarín y que yo bailara con él fue lo máximo. Se portó increíble, ya que en ese entonces también estaba bailando en Canadá, así que su agenda era aún más apretada. Amablemente me recibió en el D.F., donde se encontraba dando funciones con la CND y logró combinar sus presentaciones y nuestros ensayos. Con ambos ha sido un verdadero placer trabajar: sencillos, talentosos, divertidos”.

Sobre su interés en otros géneros dancísticos:
“Me gusta y disfruto otros géneros de danza: contemporáneo, lírico, pero únicamente como espectadora; aunque no estoy cerrada a intentar algo nuevo más adelante”.

Sobre lo que percibe entre el público mientras está dando una función:
“Cuando tienes al público muy cerca sí percibes muchas cosas. Lo que sí afecta, no importa el lugar: teatro, espacio abierto, son las fotos con flash mientras estás bailando”.



Sobre cómo mejoraría la actividad dancística en Mérida:
“Me encantaría que se pudiera reunir a todos los talentos yucatecos, que se pudiera tener una verdadera apertura para presentar nuevos proyectos; que toda la gente que sabe de danza, llámense maestros, bailarines, coreógrafos, ensayadores, pudieran tener un verdadero intercambio en pro de la danza”.

Sobre las compañías de otras ciudades que llegan a actuar a la ciudad:
“Ha habido de todo. Sobre todo las extranjeras siento que han usado mucho el nombre y nada más eso (me refiero a los ballets rusos). Hace mucho que no viene el Ballet Nacional de Cuba, ellos son garantía siempre. Las últimas visitas de la CND han sido de una gran calidad en todos los aspectos”.

Sobre qué hace para ver ballet de buen nivel en Mérida:
“¿La verdad? Voy al cine a las temporadas que tienen de ballet”.

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