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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Karla Paola Lastra: “He estado en el momento correcto y en el lugar correcto”

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Karla Paola Lastra Zapata como Kitri en la función de estreno de "Don Quijote" por el Ballet de Jalisco, el viernes 23 pasado en el Teatro Degollado de Guadalajara. Foto: Ballet de Jalisco / Gabriela Ruiz Dana Un curso al que asistió en 2010 en Ciudad de México convenció a Karla Paola Lastra Zapata de que quería dedicarse de manera profesional al ballet. “Me encantó la idea de que mis días fueran totalmente dedicados a la danza. Fue un curso como de 9 a 2 de la tarde y me encantó el hecho de que mi ‘responsabilidad’ del día fuera bailar”, recuerda la bailarina campechana, de 25 años y quien desde hace tres es integrante del Ballet de Jalisco. Pero el camino que la llevaría hasta ahí no lo encontró enseguida.

Jaime Camarena: “En 20 años rompes muchos paradigmas de ti mismo”

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Jaime Camarena, en el papel de venadero / señora Genet, y Edisel Cruz, en el de declarante,  en una escena de "Cuacoyotl, la subversión  de las criadas", en el teatro "Carlos Acereto" Para describir sus vínculos con la danza, Jaime Camarena toma prestado un símil de la literatura: “Siempre he pensado que mi relación con la danza es como Florentino Ariza (el protagonista de ‘El amor en los tiempo del cólera’, de Gabriel García Márquez), siempre está cerca del amor perfecto”. 

El tango es “un apapacho eterno”

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Ángeles Carrión y Alfonso Olimar, en su visita a Mérida Lejos quedan los días en que para saber y gustar del tango había que nacer junto al Río de la Plata. Ahora, en los campeonatos mundiales del género llegan a la final aficionados, sí, de Argentina y Uruguay (cuyas capitales promovieron la declaración del tango, en 2009, como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco), pero también de otros países de América –Colombia, Venezuela…– y tan lejanos como los de Europa y Asia.

James Kelly: "Si quieres tener bailarines profesionales hay que pagarles y tratarles como cualquier profesional del mundo"

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James Kelly con Héctor Hernández, Manuel Berzunza, Mabel Pavía y Alma Rosa Cota, organizadores del Concurso Nacional de Danza Interdisciplinaria, en Mérida Dance Center “Desperté un día y dije: ‘Yo tengo que ir a México’”. Así comenzó la relación de James Kelly con el país, adonde llegó en 1986 con un capital de 750 dólares. Treinta años después, el californiano, quien ha sido maestro y coreógrafo en la Compañía Nacional de Danza y director y coreógrafo en populares musicales, como “Wicked” y “Hoy no me puedo levantar”, podría pasar por un natural de México por su uso de expresiones locales, si no fuera por el acento estadounidense que aún musicaliza sus palabras.