Adria Velázquez: “El ballet, además de crear disciplina, crea solidaridad”



La maestra Adria Velázquez da indicaciones durante una clase de danzas históricas en Méria

Por las clases de la maestra Adria Velázquez han pasado reconocidas figuras de la danza… y no solamente de Cuba, su país de origen.

Los maestros Érika Argüelles, Juan Carlos Ortiz, María
José Huh, Abril Ferráez y Azurena Chan
Viengsay Valdés, Alejandro Virelles, Sadaise Arencibia y Francesco Gabriele Frola han recibido sus enseñanzas, como también lo han hecho los alumnos del programa En Pro del Talento Veracruzano (ProVer), en Córdoba, de los que la maestra Adria se convirtió hace 15 años en profesora titular.

El actual ciclo escolar marcó para ella el inicio de una nueva etapa docente, ahora como independiente, lo que le permitirá colaborar con más instituciones.

Del 23 de septiembre al 4 de octubre pasados la maestra Adria impartió en Mérida un curso de danzas históricas para profesores, convocado por las maestras Patricia Molina Palma, Laura Manzanilla Echeverría y Elizabeth Escamilla Carrillo. La actividad estuvo dirigida a todos los docentes interesados, de manera especial a quienes siguen el proceso de certificación en metodología de enseñanza de la escuela cubana, pues les es requisito sustentar esta materia para recibir el título correspondiente.

En los próximos meses estará de regreso para ofrecer cursos de danzas de carácter y repertorio.

El programa de certificación estaba pensado en principio para Veracruz, pero, como recordó la profesora visitante, “en la primera convocatoria que hicimos fueron personas de Mérida (las maestras Elizabeth, Laura y Patricia), de las más entusiastas y de las mejores preparadas de todos; demostraron que querían aprender”.

“Ellas mismas promovieron que esto se diera en Mérida. El entusiasmo de ellas y de los maestros demuestra que tienen interés por aprender”, indicó.

En un receso de las clases que impartió en la escuela Zense, que dirige la maestra Elizabeth, la profesora Adria compartió con “Yucatán baila” sus puntos de vista sobre la preparación de una estrella de la danza, las diferencias con que hombres y mujeres abordan este arte y la contribución de México al ballet.

El grupo de maestros: delante, Juan Carlos Ortiz Villalobos, Mairim Garrido Arceo, Meylín Fuentes, Laura
Manzanilla Echeverría, María José Huh y Manuel Berzunza, y, detrás, Gina Pedraza Soberanis, Azurena
Chan, Ailett Perches Ibarra, Érika Argüelles Ojeda, Adria Velázquez, Elizabeth Escamilla Carrillo,
Patricia Molina Palma, Melissa Vega Herrera, Carlos Estrella y Abril Ferráez Aldana. Foto de cortesía


¿Qué le ofrece México para que usted haya decidido hacer de éste su segundo país?

México me ha demostrado que tiene mucho talento, muchas veces con falta de atención. Aquí te encuentras talentos desperdigados por todas partes sin la preparación adecuada. En Córdoba comenzamos a trabajar con niños de escasos recursos, con muchas necesidades y a pesar de ello mostraron su talento. Muchos están trabajando en compañías en este momento. Había niños que no iban a la escuela porque no tenían que comer en el día. Y a esos niños los incorporamos al proyecto ProVer y vimos cómo, cuando se les estimulaba, demostraban su talento. Fue una cosa bien emocionante.

Hay mucho talento en México. ¿Qué pasa? Que muchas veces las academias no tienen los maestros mejor preparados. Y como a veces tampoco hay reglamentaciones, está dando clases gente que no está preparada porque nadie se lo impide. A veces los maestros están bien preparados pero no tienen los alumnos que deben tener porque se van para otras academias que son más baratas porque tienen una preparación más mala. Si todo el mundo se uniera en función de la danza en México y no estuviera cada quien jalando de su lado sería otra cosa.

Es una pena que un curso como éste (el de danzas históricas) no fuera aprovechado por más personas. “Que si está fulano yo no vengo…”. Esas rencillas tontas, de niño chiquito, que no aprovechen el momento para crecer, porque entre más crezcan todos el ballet en Mérida crecerá, entre más conocimientos tengan todos los maestros mejor van a salir los bailarines de Mérida.

¿Cuál es la fórmula para preparar a una estrella de la danza?

Tiene que haber un maestro metodológicamente preparado, pero no basta con una buena clase de ballet, se necesitan otras materias, una formación completa. La estrella necesita una clase de ballet, una de contemporáneo tan buena como la de ballet; saber historia de la danza, danzas de cáracter, folclor. Al bailarín para que se desarrolle como estrella tiene que dársele un diapasón de conocimientos en todas las ramas de la danza, tiene que saberse mover porque estamos en el siglo XXI. Para formar a una estrella se necesita trabajo en equipo, que es lo que a veces no hay en México.

 ¿Los hombres y las mujeres abrazan de manera diferente la carrera dancística?

Creo que sí. Los hombres son más relajados, tienen mucho menos complejos que las mujeres; desgraciadamente, las mujeres tenemos tantas cosas en que preocupamos, por una minucia hacemos un terremoto. Los varones son mucho más espontáneos: si están enojados te gritan, si no están enojados se sonríen, pero siempre son ellos. Las mujeres, quizá por la educación, son más aferradas ; generalmente son más perfeccionistas que los hombres, tratan que todo esté tan perfecto que se estresan más. Las mujeres se exigen demasiado y quieren que las cosas salgan perfectas, y por querer hacerlas perfectas no las hacen. Yo siempre he trabajado con varones, incluso varones bien difíciles de carácter, que han entrado por el aro y en el momento todos me lo han agradecido. El ballet, además de crear disciplina, crea solidaridad. Y verdadera amistad.

Las niñas por lo general tienen más aptitudes, pero siempre tienen dudas. El varón tiene una carrera más segura: sabe que tiene que hacer mucho menos esfuerzo porque hay menos de dónde escoger; las mujeres son mil para escoger una, desde que están en la escuela les entra la ansiedad por ser las primeras porque si no no van a tener futuro y a veces se pierden en el estrés.

¿Qué cree que los mexicanos le aportan al ballet?

Los buenos bailarines no tienen patria. Los buenos bailarines mexicanos entregan el corazón como los buenos bailarines cubanos. Cuando son buenos bailarines son buenos artistas , sean del país que sean; lo hacen con el corazón porque aman lo que hacen. Cuando tienes un arsenal técnico más preparado te es mucho más fácil dedicarte a expresar. Cuando tienes que estar pensando que el tendu para afuera y la cadera… tienes que pensar en demasiadas cosas. Pero un buen artista no importa de la nacionalidad que sea.


Delante, Patricia Molina, Juan Carlos Ortiz, Érika Argüelles, Mairim Garrido, Meylín Fuentes y Azurena Chan
y, detrás, Ailett Perches, Carlos Estrella, Gina Pedraza, Manuel Berzunza, Adria Velázquez, Abril Ferráez,
Laura Manzanilla, María José Huh y Elizabeth Escamilla

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