En marcha el Festival Oc-Ohtic

"Acromática. Ensayo tonal sobre la ausencia", en la velada
inaugural del Festival de Danza Contemporánea Oc-Ohtic
Con el estreno de una producción propia y la entrega de la medalla de esta edición a José Rivera Moya, director de La Cebra Danza Gay, la noche de este sábado 3 comenzó en el Teatro Armando Manzanero el XXII Festival de Danza Contemporánea Oc-Ohtic, que hasta el próximo sábado 10 presentará el trabajo de compañías de México (Yucatán incluido), Estados Unidos y Corea del Sur.

La realización de “Acromática. Ensayo tonal sobre la ausencia”, obra que inauguró el programa de actividades, es una de las innovaciones que se incorporaron al festival, que, como explicó su directora Graciella Torres Polanco en el mensaje de apertura, este año pone en marcha residencias coreográficas que resulten en creaciones específicas para el Oh-Octic. La que se estrenó anoche, coproducción del festival local, Danza Extrema (Veracruz) y Danxica (Quintana Roo), es una coreografía de Viko Hernández con música del yucateco Manuel Estrella para seis ejecutantes.

El Oc-Ohtic continúa este año su búsqueda de nuevas audiencias con
presentaciones en espacios públicos como la Plaza Grande (“Desatados”, de la compañía Antares, el jueves 8 a las 6 p.m.), en autobús urbano (“Kuxtal tu ichil hunp’éel hoól”, de Ágatha Fukushima, este lunes 5 saliendo del Teatro Armando Manzanero a las 8 p.m.) y el Museo Fernando García Ponce-Macay. Además de Mérida, el programa llegará a Hoctún (“El camino de los cerezos”, Daegu Contemporary Dance Company, el jueves 8, a las 8 p.m.). La entrada a todas las funciones es gratuita.

Jade Castro se dirige al escenario con la Medalla
Oc-Ohtic. Atestiguan la escena José Rivera Moya,
Raúl Lam Medina, director de Cultura de Hoctún; José
Palacios Ortiz, Renán Guillermo González, Alejandro
Pérez López, en representación de Sedeculta; Rubí
Montejo Cantillo, del CEBA, y Érika Torres Polanco
La Medalla Oc-Ohtic a José Rivera Moya fue llevada hasta el escenario con un performance de Jade Castro Cruz. Alejandro Pérez López, en representación de Roger Metri Duarte, titular de Sedeculta, la entregó al coreógrafo, que se declaró “sumamente feliz y halagado”, al igual que sorprendido, de recibir la presea, de la que “espero ser digno portador” y que lo hace sentirse comprometido con Yucatán. Dedicó el reconocimiento a la comunidad LGBT del Estado.

En una entrevista posterior con “Yucatán baila”, Rivera Moya dijo que muchos factores han contribuido al éxito de público de La Cebra. “Por un lado está la propuesta dancística, pero mucho tiene que ver la temática. La gente en todo el mundo es muy morbosa, siempre que se presenta algo que tiene algo de clandestino, prohibido o que no se atreven a hacer, va; algo que causa cierto escándalo, va, o algo que es muy festivo, va. Ese algo más que tiene La Cebra es lo que hace que la gente vaya. Hay otra parte: tenemos el público gay, ése va porque se siente identificado con el discurso. Van
muchos tipos de público por muchas diferentes razones”.

¿No le molesta que haya gente que se aproxime por el morbo? 
“Es algo que existe en todo el mundo y así va a ser. Cada quien va por una razón. También hay gente que va porque se presentan muchos personajes semidesnudos… No, no me molesta; el mundo es así, la sociedad es así”.

La Cebra festejó 20 años de actividades en junio pasado con el estreno de “Veinte veces más”, en el Palacio de Bellas Artes. “Me sentí muy halagado de que me dieran el foro más importante de México”, confiesa Rivera Moya.  

Por ahora no tiene proyecto alguno relacionado con el Estado, pero “en un futuro sí me gustaría estar más tiempo acá, me gusta mucho Yucatán”. 

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