Daniel Lugo Maldonado: “Mi sueño es bailar por el resto de mi vida”

Daniel Eduardo Lugo Maldonado en el concurso Attitude de 2017. Foto de cortesía

Había anticipado que no le gustaría. Después de todo, desde que tenía tres años de edad el fútbol era su pasión. Pero a medida que Daniel Eduardo Lugo Maldonado fue avanzando en sus estudios de danza ésta pasó de ser un pasatiempo a “lo que quería hacer el resto de mi vida”.

En la final del certamen Attitude de 2017. Foto cortesía
Es por esa razón que cuando maestros de la canadiense Victoria Academy of Ballet (VAB) le ofrecieron una beca para prepararse en sus aulas durante cuatro años “le rogué a mis papás para que hicieran lo posible para que pudiera ir”.

“Desde ese momento me vi bailando en una compañía”, admite Daniel, de 14 años y quien en la Victoria Academy of Ballet cursa el Professional Training Program y en la Pacific School of Innovation and Inquiry, el décimo grado correspondiente a sus estudios académicos.

La danza es un asunto de familia. Su mamá, Cinthia L. Maldonado Espinosa, es maestra de la disciplina y su hermana Montserrat es graduada de tap y pronto lo será de ballet en Milne Academia de Danzas, donde Daniel comenzó su formación a los 11 años y recibió clases de jazz, hip hop, danza clásica y aérea, pas de deux y tap. Su hermano Iker, de cinco años, ya es también alumno de ballet.

En septiembre de 2016 Daniel participó en Mérida en el certamen All Dance México, en el que obtuvo con Valeria Nevárez y Valeria Peña el primer lugar en tríos de ballet, categoría infantil. El año pasado, en marzo en Ciudad de México intervino como solista en el concurso Attitude que dirige la maestra Fabienne Lacheré, en el que resultó finalista en jazz en la categoría Amateur 3, y en mayo en Mérida, en The Dance Revolution, en el que recibió una beca para la edición 2018 del evento.

Daniel (a la izquierda) y Damián Ferráez en la presentación de "Caminante del Mayab" como parte del
programa "Jaranas y trova yucateca en ballet", de Milne Academia de Danzas, el 26 de
noviembre de 2017. Lee la reseña de esta presentación

En noviembre pasado, el maestro Valentin Bartes, de visita en Mérida para ofrecer una clase magistral en Milne Academia de Danzas, lo seleccionó para participar en la división júnior de la Competencia Internacional de Ballet y Danza Contemporánea “Domenico Modugno” en Bari, Italia. “No pude asistir por falta de recursos”, explica.

En The Dance Revolution, en mayo de 2017. Foto de cortesía
En enero de este año, en la audición de la Victoria Academy of Ballet se llevó “la sorpresa de que la mejor beca me la otorgan a mí”: cuatro años “estudiando, además de danza, secundaria y prepa; formándome como bailarín profesional, es decir, que cuando cumpla 18 años me van a guiar para audicionar en las grandes compañías del mundo”.

A los esposos Rolando Lugo Aguilar y Cinthia Maldonado la invitación de la institución canadiense “nos cayó totalmente de sorpresa”.

“Creemos totalmente en su talento”, subraya Cinthia. “Después de investigar mucho nos dimos cuenta que, tristemente, en México los programas de formación de bailarines no llevan de la mano el seguir estudiando y el que VAB ofrece condiciona al bailarín a que forzosamente tenga, no solo la formación en danza, sino también la escolar, por lo cual estamos apoyándolo en todos los sentidos”.

Con Valeria Peña y Valeria Nevárez, en All Dance México 2016.
La fotografía es de cortesía
También ha contado con el respaldo de docentes y autoridades del Colegio Roger’s Hall, donde Daniel estudiaba la secundaria antes de viajar a Canadá, y que “le han echado muchas porras fomentando que sus compañeros vean el ballet con otros ojos”, y de la academia Milne, que “para él es su otra familia” y “sin el impulso y la visión” de las maestras Milne, Karla y Gabriela Barrera Mañé “no tendría las oportunidades que hoy se le presentan”.

Sin embargo, seguir este camino está exento de obstáculos porque la beca de la academia canadiense no incluye gastos de residencia ni manutención, que, “debido a la paridad cambiaria, se elevan demasiado”.

En el curso de verano de la Victoria Academy of
Ballet. Fotografía de Alan Austin
“Desgraciadamente, los apoyos y/o patrocinios que hemos solicitado no han sido favorables”, admite la maestra Maldonado. Por esa razón, “hemos de ser honestos, no sabemos por cuánto tiempo podremos seguirlo apoyando”.

Daniel espera poder permanecer los cuatro años y después entrar a alguna compañía. “Me gustaría estar en una de las mejores, como el Royal Ballet, el Ballet Bolshoi o el Ballet de la Ópera de París”, dice.

“Mi sueño es bailar por el resto de mi vida y ser un ejemplo para los varones que se quieren dedicar a lo mismo”.

Como modelo a seguir él reconoce a Isaac Hernández. “Me gustaría llegar a ser como él”.

Su ballet favorito es “Coppelia”, del que ha interpretado dos variaciones que le encantan “por su ritmo y gracia”. Personaje que anhele interpretar, no hay alguno en especial, pues “me encanta todo lo que tenga que ver con bailar expresando mis sentimientos”.

“Bailar para mí es vivir la vida, es lo que más me apasiona”.

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