La docencia, el siguiente desafío de la bailarina Regina Alcocer Gutiérrez

Regina Alcocer Gutiérrez como Kitri, en el Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil. Foto: Karla Barrera Mañé

Su pasión por la danza y por transmitirla a los niños motivó a Regina Alcocer Gutiérrez a dejar su ciudad natal para cursar la Licenciatura en Enseñanza de la Danza con Especialidad en Clásico, que hoy lunes 19 comienza en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey.

El ballet “es un arte muy bonito, se disfruta mucho a la hora de hacer la presentación en el teatro; bailar es una experiencia muy bonita”, dice la bailarina, que empezó su educación dancística a los dos años de edad en Milne Academia de Danzas.

De la escuela que dirige la maestra Milne Barrera Mañé se graduó de ejecutante en 2017 y, dado que el ballet “es mi vida”, se propuso seguir la Licenciatura en Docencia de la Danza Clásica en la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESA). Pero debido a que la institución local no ha abierto grupos de la carrera en los dos últimos años, en éste Regina decidió unirse a “La Superior” regiomontana.

“Me encanta Mérida y no me veía viviendo en otro lugar”, admite Regina, a quien luego de asistir a un curso en Monterrey por invitación de la maestra Angélica Kleen le surgió la idea de estudiar la licenciatura en Nuevo León. “Poco a poco me fui decidiendo”, recuerda.

Egresada del bachillerato en 2018, Regina, de 19 años, no se planteó optar por una carrera diferente de la danza. Así que se registró en línea como candidata a ingresar a “La Superior” y en mayo pasado viajó a Monterrey para presentar exámenes de condiciones físicas, una clase de ballet, una variación y la evaluación psicométrica. El 30 de junio supo que fue aceptada.

En preparación para salir al escenario. Foto: Karla Barrera Mañé
Anteayer llegó a la capital neolonesa, donde permanecerá los cuatro años de la licenciatura. Al terminar “sí me visualizo de regreso para darle clases a niños”, una experiencia que ya tenía como maestra auxiliar en Milne Academia de Danzas.

“Me interesó seguir la carrera de ejecutante, pero me veía más como maestra”, añade Regina, la menor de los cuatro hijos de los señores Miguel David Alcocer Carvajal y María Teresa Gutiérrez Niquete y cuya hermana Abril se graduó previamente de ejecutante en la misma escuela meridana, donde fue docente durante un tiempo.

Asistir a clases de ballet fue una decisión que su mamá tomó pensando en mantenerla ocupada por las tardes. Con el tiempo el ballet se convirtió en un interés fundamental en su vida. “Todo me gustaba: cómo me sentía al bailar, al tomar clases… lo disfrutaba mucho”.

De ese interés da fe la maestra Karla Barrera Mañé, profesora de Regina desde la infancia. “Siempre se caracterizó por ser una niña muy aplicada, de ésas que nunca faltan a clase, que están muy concentradas, marcando correcciones y muy disciplinada. Conforme fue creciendo le tomó más amor a la danza y su actitud la ayudaba”, señala.

Posteriormente otras docentes contribuyeron a la formación de Regina, como las maestras Ana Gabriela Barrera Mañé, Minerva Caballero, Beatriz Martínez y Elvia Caballero. Su preparación incluyó también clases de jazz y contemporáneo, pero, como ella confiesa, “soy cien por ciento ballet”.

Su interés en la danza se tradujo en “sacrificar fiestas, piyamadas, vacaciones…”, indica la señora Gutiérrez Niquete. “Yo le decía: ‘Si no quieres no lo hagas’, y ella solita decidía: ‘No, sí quiero ir’”.

Fotografía: Karla Barrera Mañé
También se reflejó en participaciones en todas las categorías del Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil, del que fue finalista en varias ediciones y en el que obtuvo el cuarto lugar en el año en que compitió en el grupo C (12 y 13 años de edad); en la Competencia Internacional de Ballet y Danza Contemporánea “Domenico Modugno” en Bari; en los certámenes Sheer Talent, Attitude y “Socorro Cerón”, y en la cita Joven Talento Mexicano en Movimiento (convocado por la Dirección de Danza de la UNAM, en ese entonces encabezada por la maestra Angélica Kleen), al igual que en los encuentros de estudiantes en Cuba y el Festival Internacional de Danza de Córdoba.

Asimismo, ha recibido, entre otras, becas para cursar estudios en Nueva York, el Barcelona Dance Center y la Victoria Academy of Ballet en Canadá.

Con la maestra Karla Barrera Mañé y María Teresa Gutiérrez Niquete
Con toda esta formación a cuestas, Regina reconoce que la danza “me ha dado herramientas para la vida diaria”, por ejemplo la disciplina y la constante búsqueda de la perfección. Y es precisamente la disciplina una de las cualidades que destaca en la rusa María Khoreva, del Ballet del Teatro Mariinsky, y la argentina Marianela Núñez, del Royal Ballet de Londres, dos de sus ejemplos a seguir. “Me encanta cómo bailan, desde dónde empezaron para acabar en lugares impresionantes por su disciplina, esfuerzo y dedicación”.

Comentarios

  1. Miles de Bendiciones y tus sueños se hagan realidad, son mis mejores deseos. Esos 4 años van a ser un logro para ti. Felicidades.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Laura Alonso: “El amor hace milagros”

¿Pole dance en Mérida? ¡Claro que sí! ¿También para los varones? ¡Por supuesto!