Braulio Fernández Manzanilla: “No se rindan”



Braulio Fernández Manzanilla interpreta "Muto" en el Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil,
en julio pasado en Ciudad de México. La fotografía es de Guillermo Galindo

Braulio Fernández Manzanilla tiene un mensaje para jóvenes bailarines: “No se rindan. No importa lo que pueda pasar, siempre hay que seguir hacia adelante”. 

Con el reconocimiento del primer lugar
en el certamen nacional
“Va a ser difícil, nada es fácil en esta vida”, admite; “pero ahí es cuando mejoramos, cuando tenemos la presión de querer ser mejores. Todos lo podemos lograr, salir adelante y ser alguien en este mundo de la danza”.

Braulio, de 16 años, lleva siete siguiendo hacia adelante como bailarín, un trabajo que en julio pasado le reportó el primer lugar del Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil en la categoría E. Él fue uno de los cuatro yucatecos que se llevaron medallas en el certamen, en el que ya había conquistado un primer sitio en 2017: el de la categoría D (14 y 15 años).

La experiencia de ganar en esta edición en comparación con la previa “es un poco diferente, porque te observan para otras cosas, como para entrar a una compañía”.

Sin embargo, haber participado antes en el certamen también le enseñó “el control de los nervios”. “Me pongo muy nervioso a la hora de salir”, confiesa; “intento concentrarme, no hablar, no hacer nada más que centrarme en lo que voy a hacer”.

“Me trajo mucha experiencia, una de las más grandes fue aprender a disfrutar, a que pase lo que pase estoy bailando para un público”.

En "Flamas de París". Fotografía de Guillermo Galindo
Con miras al concurso preparó variaciones de “El Corsario” y “Flamas de París” y la coreografía “Muto” de Alberto Méndez. ¿La razón de su triunfo? “No sé, realmente”, dice riendo. Pero reflexiona: “Siento que fue la actitud. ¿Me fallaron cosas? Sí. Pero intenté meterle mucha expresividad. Siento que ése fue uno de los aspectos que me ayudó mucho”.

Además del primer sitio, Braulio recibió una beca para cursar estudios durante un mes en la Houston Ballet Academy y otra para asistir al curso que se impartirá en el marco de la Monterrey International Ballet Gala, en septiembre en la capital neolonesa.

La institución texana, en la que ya ha recibido clases, ha estado en la mira del bailarín desde tiempo atrás. “Los maestros que están ahí son muy buenos, es una de las escuelas más reconocidas en el mundo. Ya tuve la oportunidad de ir y me gustaría quedarme y probar para entrar al Houston Ballet”, señala.

Con su mamá, Verónica Manzanilla Cabrera
Por lo pronto en su agenda está el regreso a Córdoba para preparar con maestros y compañeros del programa En Pro del Talento Veracruzano (ProVer) sus actuaciones en el Festival Internacional de Danza, que se realizará en Orizaba del 29 de octubre al 2 de noviembre próximos.

Este año puso fin a la formación que comenzó en septiembre de 2015 en Veracruz. Los exámenes de graduación tuvieron lugar a finales de mayo en La Habana, en la Escuela Nacional de Ballet “Fernando Alonso”, como resultado de la asociación académica entre las instituciones que dirigen las maestras Martha Sahagún Morales, en México, y Ramona de Saá, en Cuba.

Para su evaluación en La Habana ensayó dos piezas de “El Corsario”: un pas de deux y la variación de Alí. Aprobó con 97 puntos de calificación.

El alto número de egresados de la escuela cordobesa en la lista de premiados y becados del Concurso de Ballet Infantil y Juvenil y también en los elencos de compañías profesionales de México y otros países lo atribuye Braulio a “la ayuda que dan los maestros, al entrenamiento”.

“Es muy motivador para todos, siempre nos están apoyando para salir adelante, ser mejores; buscan la posibilidad de meternos en alguna compañía. Es la formación que nos dan los maestros, son muy buenos”, dice.

Braulio frente al Palacio de Bellas Artes, con maestros y compañeros de ProVer, entre ellos el también
yucateco Alec Reyes Manzo (primero de la derecha). Fotografía de cortesía

Para que nuestro país logre ser una potencia de la danza como por ejemplo Cuba se requiere que los jóvenes talentos “se fijen metas, que no las abandonen, que no se rindan fácil, porque muchos empiezan, se cansan y tiran todo”.

“¿Para qué trabajamos tanto si luego decimos que es muy difícil y no lo vamos a lograr? Los alumnos se tienen que plantear más lograr algo y ser alguien”.

Él reitera su interés de “entrar en una compañía para bailar profesionalmente, estoy muy centrado en lograr eso; tal vez tenga las oportunidades, tal vez no, no sé… todo puede pasar”.

Sin embargo, está dispuesto a seguir trabajando para conseguir su objetivo. “Entreno demasiado, intento ser mejor siempre. Todo parte del trabajo, de ser constante, no tirar la toalla fácilmente. De que lo tengo que lograr, lo tengo que lograr”.

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