El Ballet “Aires del Mayab” estrena “Herraje y patronos. Memorias sobre la vaquería”


La presentación de  “Herraje y patronos. Memorias sobre la vaquería”, en el Centro Cultural del Niño Yucateco

Con el antecedente de “Thó… y lo que vino después”, su espectáculo anterior, era de esperarse que en su nueva propuesta escénica el Ballet Tradicional Interdisciplinario “Aires del Mayab” no buscase únicamente el entretenimiento.

La escena de finales del siglo XIX
Entremezclada en la narración de los protagonistas sobre el trabajo en las antiguas haciendas, la actividad de los pescadores del poniente yucateco, la devoción católica y la participación en fiestas populares, la reflexión social es una constante en “Herraje y patronos. Memorias sobre la vaquería”, que la agrupación estrenó el sábado 19 en el Centro Cultural del Niño Yucateco (Cecuny).

Y a más de uno esa reflexión le podría incomodar.

Como cuando una pareja de jaraneros se lamenta de su exclusión de grupos folclóricos por no medir al menos 1.60 metros de estatura y no tener la piel más clara. O cuando un joven dedicado a la pesca en Sisal cuenta la historia de la aparición del Cristo Negro y cómo el vecino Hunucmá “se lo robó”. O también cuando el dueño de una hacienda contabiliza a sus trabajadores de origen maya en la relación de activos junto con el ganado y las cosechas.

Pero incordiar no es el objetivo de “Herraje y patronos”. Sí lo es retratar el origen y la evolución de una tradición que se mantiene vigente en los municipios de Yucatán y a la que el espectáculo representa en diferentes contextos desde finales del siglo XIX.

El relato sobre el Cristo Negro de Sisal
La transformación se refleja por ejemplo en el vestuario, que, a pesar de ser siempre inequívocamente regional, experimenta cambios entre períodos: de zapatos comunes se pasa a calzar los bordados con punto de cruz, los ternos largos con volumen se convierten más adelante en hipiles que llegan hasta la rodilla, y el cabello gana aderezos a medida que pasa el tiempo.

El espectáculo, dirigido por Armando Encalada Díaz y producido por Rígel Guevara, comienza con la procesión de un gremio en la que se involucra al pública. Al llegar al lugar de la represenación –en el Cecuny fue al aire libre–, los asistentes ocupan asientos distribuidos alrededor de un espacio central, donde actores y bailarines recrean estampas desde la última mitad del siglo XIX hasta la actualidad. En ocasiones lo hacen acompañados de la música interpretada en vivo por Elmer Ic, Kareli Blanco, Dayana Serrano, Abraham Cob Pat y María Jesús Pino Balam y, otras, de grabaciones de legendarias orquestas jaraneras, como las de Bartolomé Loría Canto y Arturo González.


La recreación de la coronación de Adriana Cauich Limas
Un momento especial es la intervención de Adriana Cauich Limas, embajadora de Chablekal en 1983, quien como una integrante más del elenco recuerda su afición desde la infancia por la actividad jaranera y los pormenores de su coronación como representante de su comunidad.

El programa finaliza con la invitación al público a unirse al baile y demostrar que también sabe festejar.

Armando Encalada es responsable asimismo del montaje coreográfico y Rígel, de la dramaturgia e investigación, esta última junto con José Iván Borges Castillo, escritor e historiador de Tekal de Venegas.


Yulissa Cetz y Héctor Aldana
El elenco lo integran Bardo Yair Alejandre Borges, Diego José Us Cuytún, Adriana Cauich Limas, Yulissa del Jesús Cetz Nah, Héctor Miguel Aldana Rosado, Luis Ramiro Noh Chim, Mario Antonio Sulú Pinto, Victoria Elizabeth May Ek, María Arely Osorno Chi, Milca Mishel Dzib Puc, Jéssica Guadalupe Zapata Mosqueda, Tiare del Rocío González Pérez, Christell del Rocío Hernández Méndez, Gustavo Alberto Chel Iuit, Rodrigo May Collí y Magadalena Pam.

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