Estrenan “El Cascanueces contemporáneo”


El vals de los copos de nieve de "El Cascanueces contemporáneo"

Al trabajo conjunto de Lev Ivanov y Marius Petipa, y a George Balanchine debemos las versiones más difundidas de la fantasía navideña de “El Cascanueces”.

Cada año, al llegar diciembre los teatros se llenan de producciones que se inspiran en la narrativa y el lenguaje de esas dos visiones artísticas, que no por nada han resistido la acometida del tiempo.

Paulina González como Clara
Pero también hay quienes exploran otro vocabulario para relatar la historia de la pequeña Clara y las aventuras que vive junto a su sorprendente regalo de Navidad. Así ha sido con la compañía Créssida Danza Contemporánea y los maestros y alumnos del Conservatorio de Danza de Yucatán, que bajo la dirección general de la maestra Lourdes Luna estrenaron “El Cascanueces contemporáneo” el jueves 20 de diciembre, en el Teatro Armando Manzanero.

La propuesta revisita con la mirada de la danza moderna la obra estrenada en 1892 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo. También la adapta a las condiciones de su producción, que elimina algunos momentos (se reduce el tiempo de la fiesta del primer acto; del pas de deux del Hada de Azúcar y su Caballero se extraen la música del adagio y la variación de ella para presentar un dueto y una escena de conjunto) para transcurrir de manera continua de principio a fin, sin la pausa del intermedio.

Mariana Torres e Ítalo Ortiz
Con el fondo de diseños multimedia que ilustran la sala de una casa, un bosque nevado y un mundo confitado, “El Cascanueces contemporáneo” nos reitera su apuesta por la modernidad cuando un chico con overol de mezclilla, audífonos y trapeador en mano confronta a personajes salidos de cuentos de hadas del ballet, y cuando Clara (Paulina González y Wendy Chan la interpretan de manera alternada) se prepara para viajar al Reino de los Dulces con una maleta “carry-on” y una almohada para el cuello.

Para quien esto escribe, entre los momentos más destacados de la propuesta está el baile impulsivo de un invitado a la fiesta (Alhlen Guillermo) bajo el embrujo de Drosselmeyer (Iván Martínez) con la música que correspondería a una de las variaciones de los muñecos en el primer acto; la batalla de los ratones y el Cascanueces (Ítalo Ortiz), en la que una vez más sale a relucir la amplitud interpretativa de Mariana Torres, esta vez en el papel del rey de los roedores, y el vals de las flores, una coreografía que por lo regular es ejecutada solamente por mujeres y que este caso incorpora también a varones y en la que las faldas de ellas –en capas y varios tonos de rosa– hacen pensar en corolas.

La despedida del elenco se da mientras baila bajo una lluvia de “copos de nieve”.

La función de estreno se realizó a beneficio de la asociación Paso a Pasito y el proyecto fue apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Más imágenes en nuestro perfil de Instagram: @yucatanbaila.

La maestra Lourdes Luna con bailarines de Créssida y alumnos del Conservatorio de Danza de Yucatán



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