Paulina Herrera Barrera: El ballet es “una forma muy diferente de expresar algo que quiero decir”

Paulina Herrera Barrera en fotografía de César Betancourt

Tiene apenas 14 años, pero Paulina Herrera Barrera es experimentada en certámenes de danza. A su participación en el Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil, el Festival Internacional de Danza Córdoba, el Attitude, el Sheer Elite International, el Interdanza y el “Socorro Cerón”, entre otros, sumará en diciembre próximo una más: el Mundial de Ballet que se celebrará en Polonia y al que acudirá junto con algunos compañeros de Milne Academia de Danzas.

Paulina con sus papás, esposos Héctor Humberto
Herrera Góngora y maestra Karla Barrera Mañé,
y hermana Bibiana
Para Paulina, esta escuela es como su segunda casa, en un sentido casi literal. Desde que tenía dos años y medio asiste a la academia que dirige su tía la maestra Milne Barrera Mañé y donde dan clases su mamá Karla y su tía Gabriela.

“Supongo que empecé a ir porque toda mi familia estaba metida en esto, pero después de tomarlo un tiempo me di cuenta que sí me gustaba”, admite Paulina, quien a partir de hoy lunes participa en el curso de verano de la Victoria Academy of Ballet, en Canadá, para el cual audicionó y la institución le concedió una beca completa.

“Al principio lo tomaba más como esa actividad que hacía en las tardes, como cualquier otra que pude haber empezado; pero después me di cuenta que era una forma muy diferente de expresar algo que quería decir”.

La fotografía es de Luis Morales
Hubo un tiempo, cuando era una niña, en que recibió entrenamiento en gimnasia; “pero me di cuenta que no era para mí”. Incluso ahora “tomo otras clases (jazz, contemporáneo, danza aérea, acrobacia) porque es parte de la formación, pero no me llaman tanto como el ballet”.

El 17 de agosto finalizará el curso en la academia canadiense, al que ya había asistido el año pasado con una beca, también completa, que había ganado en el certamen Attitude. Planea inscribirse en los programas regulares de la misma institución una vez que termine en Mérida la secundaria, lo que ocurrirá en 2019. Y, después, audicionar en compañías profesionales.

Bailarines a los que admira son, “la verdad, muchísimos”. “Cada uno tiene su forma única y diferente de bailar y todos son impresionantes, todos te van a transmitir algo”.
Mexicanos como Elisa Carrillo e Isaac Hernández “son unas grandes personas que han llegado a sobresalir; los admiro mucho”.

Con su mamá y tías, maestras Gabriela, Karla y Milne
Si se trata de obras, Paulina señala que “todas tienen su grado de dificultad, pero mis favoritas son ‘Don Quijote’, ‘Coppelia’ y ‘El lago de los cisnes’”.

Coppelia’ siempre me ha gustado mucho y he querido interpretar un papel principal en esa obra”.

En abril pasado, en Guadalajara, con la variación de “The Fairy Doll” obtuvo la calificación más alta de todos los solos, dúos y tríos del Sheer Elite International, certamen en el que también conquistó un segundo lugar con una coreografía de la maestra Gabriela Barrera.

El mismo mes, por su desempeño en el Yucatán Dance Stage fue recompensada con la admisión al concurso La Pointe, en España, en 2019.

La fotografía es de Armando Lugo
En diciembre viajará a Europa para competir en el Mundial, en el que también participarán sus compañeros Ninel Cepeda y Luz Mariel Sosa, con quienes Paulina presentará la obra “Rapsodia en azul” de la maestra Gabriela; David Álvarez Acevedo, quien competirá en ballet y danza contemporánea, e Hiram Meza, en tap.

Tener de maestras a su mamá y tías en ocasiones es un factor adicional de presión, confiesa Paulina. “Siento de todos que tengo que hacerlo perfecto porque ‘ah, bueno, seguro recibe entrenamientos extras; ah, bueno, seguro le dan más clases, seguro ensaya más’, y no es así”.

La maestra Milne interviene: “Paulina entrena el mismo tiempo que todas las demás y en algunas ocasiones le corresponde un papel principal porque se lo ganó. Sin embargo, todo el mundo está esperando a ver qué va a hacer la hija o la sobrina de la maestra”.

La fotografía es de Guillermo Galindo
Ante la perspectiva de separarse de su hija para permitirle continuar su formación de bailarina, la maestra Karla considera que “lo importante es que lo viva, porque hubo cosas que nosotros no tuvimos oportunidad de vivir porque nuestros papás tenían temor”.

“Si (ahora Paulina) tiene la oportunidad y quiere hacerlo, vamos a apoyarla en todo lo que podamos; que viva la experiencia si es realmente lo que quiere hacer para toda la vida. Y si no es, aquí estamos también para apoyarla”.

Que le gusta el escenario es algo que la misma Paulina confirma. “Disfruto muchísimo estar bailando. Pulir los detalles de una variación lo haces durante los ensayos y a la hora de salir al escenario lo único que queda es disfrutar lo que estás haciendo”.

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