“Para el baile no hay edad”

La actuación del grupo Ki'ichpam Lol con un baile
típico de San Luis Potosí, en el Festival de Danza de
la Tercera Edad, el sábado 17 en el Peón Contreras

¿Qué piensas hacer cuando tengas 60 años? Tal vez puedas, como Ada y sus Chicas, vestirte de Mujer Maravilla y bailar “Pretty Woman” y “Felices los cuatro”. O, como Mágica Vida, armar un carnaval. Quizá hagas como las damas del Inapam, que saben cómo afrontar una cumbia. Estos grupos fueron tres de los participantes en el Festival de Danza de la Tercera Edad, en el que con su interpretación de variados géneros dancísticos, desde la jarana y el folclor norteño hasta el contemporáneo, echaron por tierra el estereotipo del adulto mayor limitado y melancólico.

Mágica Vida durante su participación
en la modalidad de "Carnaval"

En su edición número 11, que se realizó anteayer sábado en el Teatro Peón Contreras, el programa convocado por la compañía Umbral, que dirige Cristóbal Ocaña, constó de 20 números y la entrega de trofeos a los mejores según el dictado de los aplausos del público. Como “Mejor grupo de danzón” fue reconocido Santiagueros; “Mejor con trayectoria”, Sayab Cuxtal; “Mejor de espectáculo”, Aída y sus Chicas; “Mejor de folclor internacional”, Castalia; “Dueto”, María Isabel Ku Cauich y Alejandro Martín Segovia; “Mejor de carnaval”, Mágica Vida (de la Unidad de Medicina Familiar 59 del IMSS y con la dirección de la maestra Lirio Acal); “Mejor de folclor nacional”, Ki'ichpam Lol, y “Mejor de jarana”, Nicté Ha.

Algunos de ellos tuvieron más de una participación, como Castalia, que dirige la maestra Leddy Torres y que interpretó dos danzas folclóricas de Venezuela y una coreografía contemporánea. Una de sus integrantes, Sandra Barbosa, actuó como solista en “La Llorona”, en la que quedó en evidencia su entrega y disfrute del escenario.

El dueto de María Isabel y Alejandro fue muy aplaudido en sus tres intervenciones con un baile folclórico de Chihuahua, la versión en inglés de “¿Quién será? (Sway)” y una mazurka. Además, ambos aparecieron en la danza sinaloense que ofreció el grupo All Dance.

María Isabel Ku Cauich y Alejandro Martín Segovia

Al ver en el escenario a María Isabel es difícil imaginar que comenzó a tomar clases de danza hace 12 años, cuando tenía 55 de edad. Enfermera retirada, es hija de un instrumentista, la razón que ella le da a que lleve “la música por dentro”. Porque desde niña le gustaba bailar y aparecer en los festivales escolares, aunque nunca pudo ir a clases de danza formales debido a los escasos recursos económicos en casa.

Al jubilarse decidió que era el momento de estudiar lo que le gustaba. Y su dedicación le ha llevado a convertirse en maestra de mambo, chachachá, cumbia y danzón para beneficiarios del Inapam.

¿Alguien piensa que la danza no es para la tercera edad? “El cuerpo sí da”, subraya María Isabel. “Todos tenemos determinadas aptitudes, venimos con ciertos privilegios” y si se cuenta con ayuda para moldearlos “puedo sacar algo bonito”.

Cristóbal Ocaña, organizador del Festival de Danza de la
Tercera Edad, antes de la premiación de los grupos

“Para el baile no hay edad”, continúa. “Hacer determinados movimientos, como bailar en puntas, desde luego que no; pero moverse a cualquier edad lo podemos hacer”.

Sus familiares están “encantados conmigo”, a pesar de que, por compromisos de trabajo, no pueden asistir a todas las funciones en que ella participa. “El apoyo de la familia es una ventaja” y esto lo ha comprobado con quienes, al carecer del respaldo de sus parejas, han tenido que descartar esta afición.

Como último número del programa, y mientras se determinaba a los grupos ganadores de los trofeos, se presentaron alumnos de la academia Leo Dance con una coreografía de jazz.