Mayuko Nihei: En Mérida “me siento como en mi segunda casa”

Mayuko Nihei en una clase durante el Ballet Weekend Workshop,
en el Centro Estatal de Bellas Artes. Foto de Patricio Pimienta
Mayuko Nihei se lleva la mano a la boca cuando se le pregunta por lo vivido desde su ascenso, hace cuatro años, a primera bailarina en la Compañía Nacional de Danza. “¿Fue hace cuatro años?”, pregunta con asombro. “He estado muy ocupada bailando…”, dice y sonríe.

Mayuko con Rebeca Díaz y Jorge Iuit, promotores del curso
La bailarina japonesa, que se integró a la agrupación en 2006, estuvo en días pasados en Mérida para impartir clases de danza clásica en el Ballet Weekend Workshop que Tutú Producciones realizó por segunda ocasión en la ciudad, con el Centro Estatal de Bellas Artes (CEBA) como sede.

En su primera edición, el programa promovido por la maestra Rebeca Díaz y el bailarín Jorge Iuit recibió a Jorge Vega e Irma Morales como docentes y en ésta, además del curso de ballet, también se ofreció formación en danza contemporánea a cargo de la maestra Lourdes Luna.

En clase en el CEBA. Fotografía de Patricio Pimienta
Cuando reflexiona sobre su lugar en la jerarquía de la CND, Mayuko apunta que lo de primera bailarina “sólo es una categoría, mi rutina es igual (que antes): a las 10 tomo clase, luego ensayo, ensayo, ensayo, y luego función”.

“Realmente vivo día por día”, señala. Después de su ascenso “sentí una responsabilidad muy grande, muy fuerte; la verdad me perdí un poquito porque ya no sabía cómo bailar, pero me di cuenta que los papeles que me dan o he bailando realmente pesan igual, lo que tengo que hacer es prepararme para bailar ese papel al 100 por ciento”.

“Sea un papel solista o de primera bailarina mi motivación tiene que ser igual”.

Con Rodrigo Ortega en el pas de deux de "La Bella
Durmiente", en diciembre de 2016 en Mérida
Mayuko se disculpa porque “no es mi fuerte hablar”, pero es muy clara cuando explica que, gracias a los alumnos del curso, “estoy enseñando algo que viví toda la vida”. “Es difícil porque me ven tal vez como algo ideal, que no soy”, sonríe de nuevo; pero “quiero enseñar bien”.

Desde mayo de 2016 la CND trabaja bajo la visión de Mario Galizzi, quien sustituyó a Laura Morelos. “Siempre es difícil un cambio de director porque no estamos trabajando con algo de lo que puedes decir: esto es correcto, esto es incorrecto. Lo que me pedía mi ex directora era correcto y lo que pide Mario también es correcto, pero a veces muy distinto. Como bailarina, y lo está haciendo toda la compañía, lo que tengo que hacer es adaptarme. Con Mario creo que estamos creciendo mucho artísticamente”.

Las gestiones para la visita de Mayuko a Mérida comenzaron el año pasado, al finalizar el primer Ballet Weekend Workshop. “Tuve la oportunidad de compartir con Mayuko el escenario y dije: ‘Es la mejor opción’”, recuerda Jorge. El interés de invitar a Lourdes Luna se debió a que “ha hecho un gran trabajo de danza contemporánea y a mi parecer poca gente de clásico aquí conoce su trabajo”.

Una de las principales motivaciones del curso es “que se haga técnica clásica como debe
ser”, apunta Rebeca. “Los yucatecos nos apoyamos, hay pasión por la danza, pero también he podido notar que estamos un poco cerrados a que venga alguien de fuera. Una persona decía: ‘¿Por qué no trabajan con gente de aquí?’. Y sí, hay gente que tiene trayectoria, es muy profesional en las diferentes ramas de la danza, pero traer gente de fuera también es muy enriquecedor porque se ven otras cosas”.

“Nos gustaría traer a nuestros tutu-dancers, así les llamamos, siempre lo mejor, que puedan aprovecharlo al máximo”, añade.

Fotografía de Patricio Pimienta
Rebeca y Jorge destacan la “respuesta excelente” a la segunda edición del curso, para la que incluso debieron rechazar algunas solicitudes por haberse llenado ya el cupo. “La primera edición estuvo muy enfocada a clásico, pero creemos que el bailarín tiene que ser innovador, diversificarse”, apunta la maestra. Jorge añade que “nuestra idea central es el ballet, pero queremos que haya algo más; esta vez fue danza contemporánea, en todas las compañías de danza clásica del mundo se está bailando contemporáneo y neoclásico”.

Para Rebeca, la respuesta al programa es resultado “de muchos factores: traer gente preparada, contar con maestros de primerísimo nivel y, no lo digo por alardear, pero también una buena organización: llevamos un año comunicándonos con maestros, viendo sus agendas, las redes sociales, que maestros y bailarines vean que no es un curso improvisado”.

“El medio artístico, sobre todo la danza, es muy celoso”, admite. “Las academias luego creen que nos vamos a quedar con sus alumnos y no, nosotros ofrecemos un servicio y nos encantaría que lo tomara la mayor gente que pudiera, traemos a estas personas para que Mérida pueda crecer”.
Con Rodrigo Ortega en "Diana y Acteón", en Mérida

“Estamos convencidos que hay mucho talento” en la entidad, dice Jorge. En esta edición él y Rebeca vieron “gente con más talento y decimos: ¿qué está pasando?, esta gente necesita punch para que salga, conozca, haga cosas diferentes y no se quede aquí, busque oportunidades para estar bailando en todos lados”.

Rebeca revela que en la primera clase que ofreció Mayuko los alumnos tenían “caras como de susto”, que en realidad era el reflejo de su admiración por la bailarina. “Esa admiración crea una motivación en ellos”.

La docencia está entre los planes futuros de Mayuko, como también ser ensayadora y desarrollar un proyecto junto a su hermana, quien es asimismo bailarina en Japón; “pero todavía no quiero decidirlo”, sonríe una vez más.

En diciembre pasado formó parte del elenco de la CND que se presentó en la Noche Blanca y en octubre de 2014 interpretó a Giselle en una de las tres funciones que la compañía ofreció en el Teatro Peón Contreras. “Siempre me reciben muy amablemente”, dice de la ciudad. “Me siento como en mi segunda casa”, porque Bellas Artes siempre será la primera, aclara. En Mérida “me siento muy cómoda bailando”.

La fotografía es de Patricio Pimienta

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