Las Hijas del Rap, hermanas en la cultura hip hop

Chika Lion al micrófono y Bgirl Marisol y KillBeat al frente,
en el programa de "Culturas libres al parque" con motivo de
los siete años del incendio de la guardería ABC, el sábado 4 

"Soy una hija de María, siempre fui distinta. Nací con rebeldía, nunca me dejaban hacer..."

Phana se confiesa con música. Micrófono en mano, es su turno de presentarse a los espectadores, a muchos de los cuales toma por sorpresa la actividad en el parque de Santiago, mientras que otros asisten voluntariamente al memorial artístico que "Culturas libres al parque" hace de los 49 niños que murieron hace siete años en el incendio de la guardería ABC en Hermosillo.

No es fortuita la participación en la actividad de Las Hijas del Rap, en esta cita representadas por seis de sus trece integrantes: Addie Guerra, Marisol Campos (Bgirl Marisol), Arley Espinosa, Verenice Gil (KillBeat), Estéfani Hernández (Phana) y Patricia Borges (Chika Lion). Después de todo, desde su surgimiento, a finales del año pasado, el colectivo femenino se ha fijado metas reivindicativas, como darle proyección y abrirle espacios a las mujeres interesadas en el canto y el baile de la cultura hip hop, y apoyar causas de impacto social, entre ellas las feministas.

"Nos vamos hacia la comunidad, a hacer conciencia. Nuestro objetivo es vivir del hip hop y ayudar al mismo tiempo a la comunidad", explica Bgirl Marisol, bailarina del colectivo junto con Nany Guerrero, Jéssica (Jess) Trujillo y Paola Moreno. Incluso tienen un proyecto para impartir talleres: "Unas sabemos el baile del hip hop y otras, el rap; hacer esto es una herramienta de transformación para la autorrealización y autoestima de las mujeres".

La misión es el punto en el que coinciden las jóvenes, que difieren en lo individual: algunas están terminando la preparatoria, algunas más ya están en la carrera, otras son graduadas universitarias o trabajan; las hay solteras, las hay mamás; heterosexuales, bisexuales, lesbianas.

"Eso es algo que nos caracteriza", dice Chika Lion. "Casi todas tienen diferentes edades, cada una tiene su propio estilo, nuestra forma de ser es muy diferente: la forma de vestir, los gustos".

Bgirl Marisol baila mientras Addie Guerra canta, en Santiago

En esa diversidad el adhesivo es la sororidad, como indica KillBeat: "Poder entender que entre mujeres debemos ayudarnos para tener más fuerza, no autodestruirnos. Cuando se rompe esa barrera (de las diferencias) se logra un trabajo muy estable".

"La comunicación es muy importante entre nosotras", añade Phana. "Si no nos hablamos no nos podemos entender. Además de que trabajamos juntas nos vemos como hermanas, nos apoyamos entre todas".

Las Hijas también se forman con Nadime Zapata, Breisy Jiménez (Miss Brey), Legis y Coffe Castellanos.

Sí, sí, éste es mi grito de guerra...

KillBeat admite que la respuesta al colectivo no ha sido igual. "Depende de las personas, así como unas nos apoyan, hay otras a las que les da temor abrirnos espacios". Originaria de Komchén y futura estudiante de Comunicación, es la primera de Las Hijas del Rap en llegar a Santiago. Las demás, explica, están en camino, pues antes tuvieron una presentación en Kanasín. No siempre las trece asisten a los eventos; lo hacen a quienes ese día sus compromisos se los permiten.

KillBeat comparte la danza mientras Addie rapea

Una de las ausentes esta tarde es Nany Guerrero, quien después se da tiempo de explicar a Yucatán baila que "el hip hop es una cultura con varias ramas y la expresión de danza por excelencia es el breaking". "Aunque muchos pueden diferir en ello, la realidad es que bajo la 'sombrilla hip hop' muchos estilos de danza se han empezado a considerar parte de. Bailo hip hop dance, wacking, house y un poco de popping y locking. También hago un poco de danza contemporánea". Pero por sobre todo "me encanta bailar, eso es lo más importante; no me gusta encasillarme en un solo estilo, me gusta seguir aprendiendo".

"El hip hop es una cultura que nos afecta por todos lados", continúa Nany. "Desde el momento en que sales de tu casa y ves un grafiti ya la cultura te está afectando. Siempre me interesó la cultura de la calle pero mi acercamiento a la danza urbana fue a través de un estudio en Veracruz". Al llegar a vivir a Mérida siguió tomando clases, que, aunque le gustaban, "no satisfacían mis inquietudes (...), no sentía el contenido político ni social en un salón de baile, no sentía la resistencia cultural". Porque "no hay mejor lugar para entender el hip hop que la calle misma" y fue cuando se trasladó a Ciudad de México en 2012 "que pude vivir el hip hop".

Graduada de Diseño Gráfico, y de nuevo en Mérida, hace un año decidió dejar la estabilidad de un empleo de oficina para dedicarse por completo a la danza, porque de esto "es de lo que quiero vivir el resto de mi vida". "La danza contemporánea y la danza clásica tienen más puertas abiertas que la danza urbana. Sin embargo, he encontrado la forma de vivir este año de esto y espero sean muchos más. En Mérida no hay muchas formas de vivir de la danza y a veces pensamos que abrir una academia es la única meta para lograrlo y no es así. Podemos encontrar otras maneras".

Perdóname, mamá...

Aunque en sus presentaciones bailan mientras sus compañeras cantan, Jess, Paola, Nany y Bgirl Marisol "no son nuestras bailarinas, son integrantes del colectivo", aclara Chika Lion.

Marisol, estudiante de Psicología en la Uady, explica que al menos una vez a la semana se reúnen a ensayar y acordar "cierto orden, desde las que cantan y en qué canciones vamos a bailar", lo que no impide que "la que quiera y se sienta motivada" lo haga espontáneamente en algún tema. Graduada de ejecutante de jazz y maestra de este género en academias de la colonia Vicente Solís y Celestún, desde niña ha sentido interés por la cultura urbana, pero fue al comenzar la carrera que empezó formalmente su preparación en break en los talleres de la Secretaría de la Juventud estatal, donde Bboy Snoopy "me sigue apoyando y enseñando". Hace un par de meses conoció a Las Hijas del Rap en el parque de Santiago, lo que derivó en una invitación a actuar con el colectivo en el bar Marley's y, luego, a integrarse a él. "Me encantó su actitud. Nunca había escuchado a unas raperas. Integrar otros estilos y artes de la cultura hip hop me motiva más, siento que con ellas estoy creciendo".

Las Hijas del Rap: delante, Bgirl Marisol, KillBeat, Paola
Moreno, Coffe Castellanos, Phana y Arley Espinosa; en medio,
Chika Lion, y, detrás, Jess Trujillo, Nany Guerrero, Miss
Brey, Legis y Addie Guerra. La fotografía es de cortesía 

La invitación a otras cantantes y bailarinas ha sido la fórmula de crecimiento de Las Hijas del Rap, quienes en la más reciente Noche Blanca participaron en el programa de las Lunadas y también han actuado, entre otros foros, en los festivales Distopia de Artes Mixtas y Somos Guerreras, en el Congreso Feminista Yucatán 2016 y en espacios de municipios como Valladolid, Hunucmá y Tetiz.

"Nos consideramos mujeres hip hop porque no nos quedamos con un solo elemento sino tocamos otros: emprendemos, autogestionamos...", apunta Phana. Antes de Las Hijas "hubo muchísimas más raperas", agrega; "como colectivo queremos rescatar a esas personas y darles su lugar dentro de la historia de la mujer hip hop".

Para ver un vídeo de Las Hijas del Rap visita: https://web.facebook.com/LasHijasDelRap/videos/558037764377096/