“Men in Tutus” llega este mes a Mérida

El elenco de "Men in Tutus" en un momento de "Go for Barocco". Fotografía de cortesía
 

Que el ballet sabe hacer reír es algo que se comprueba viendo obras tan populares como “Coppelia”, “La Fille Mal Gardée” y “El Cascanueces”. Y que históricamente un recurso para lograr ese humor ha sido asignar a varones la interpretación de personajes femeninos es demostrado en papeles como los de Mamá Simone, en el caso de la historia de “la niña malcriada”, y Mamá Jengibre, de cuyas faldas salen polichinelas en algunas versiones del clásico navideño.

Odette de "El lago de los cisnes".
Fotografía de cortesía
Así que no debe extrañar el surgimiento de iniciativas como Males on Pointe, programa de formación en danza clásica para varones que desean bailar en puntas y responsable del espectáculo “Men in Tutus”, que, a la manera de aquéllos de Les Ballets Trockadero de Monte Carlo y Les Ballets Eloelle/Grandiva, incluye fragmentos de conocidas obras a cargo de un elenco exclusivamente masculino.

“Hay personas que piensan que nos estamos burlando de las bailarinas o el ballet en general”, admite Iván Félix, bailarín principal y creador con la Fundación Tonatiuh Gómez de Males on Pointe, que este mes ofrecerá un taller y una función en Mérida. “Lo que hacemos es simplemente agregarle un toque cómico para acercar nuevas audiencias al teatro y que sepan lo que es el ballet”.

“El ballet comedia”, añade Iván a Yucatán baila, “no es solamente comedia, es danza también. Somos bailarines profesionales haciendo lo que mujeres y hombres hacen en la danza, solo un poco más digerible para el público, para que lo reciba de manera más amable”.

“Tenemos un reto muy fuerte en el ballet comedia: siempre mantener al público con nosotros. La comedia es muy delicada, tiene un momento, y la gente tiene que reaccionar, sentirse cómoda. En el ballet comedia siempre estamos envolviéndola y haciéndola parte del show”.

Iván Félix es hasta ahora el único artista mexicano que baila en puntas de manera profesional. Lo hace en Les Ballets Eloelle/Grandiva, compañía con sede en Florida que respalda la presentación en Mérida de “Men in Tutus” junto con la Fundación Tonatiuh Gómez y Tutú Producciones, que encabezan los maestros Rebeca Díaz y Jorge Iuit.

La maestra Rebeca recuerda que conoció el proyecto “por azares de la vida” y decidió involucrarse en él porque “es algo diferente y, sobre todo, porque están procurando que en Latinoamérica exista una compañía en que los bailarines (varones) bailen en puntas”.

No niega que promover un espectáculo artístico durante una crisis sanitaria global sea complicado, pero “creo que el público yucateco es muy bondadoso con la danza; dije: ‘¿Sabes qué?, creo que sí se puede lograr’”.

“Me conquistó la idea, creo que es algo maravilloso”, añade. “Me gusta que la gente apoye la danza en varones”.

Alí de "El Corsario". Fotografía de cortesía
Explica que en Mérida el workshop se ofrecerá del jueves 19 al sábado 21 de agosto en la academia Per Lei, que dirige la maestra Ailett Perches, y está abierto a hombres y mujeres.

El domingo 22 será la presentación de “Men in Tutus” en el Teatro Manzanero en dos funciones, a las 5 y 7 p.m. Los boletos, con precios entre los 380 y 590 pesos, ya están a la venta en tusboletos.mx. Se respetarán los protocolos de salud dispuestos por las autoridades.

También están previstas visitas a escuelas de danza con la intención de que “sean parte de este movimiento y en un futuro se les dé oportunidad a todos esos varones que no quieren fungir nada más como partner de la bailarina sino que también desean forjar una carrera bailando en puntas”, señala la maestra Rebeca.

Tonatiuh Gómez indica que el espectáculo se divide en dos partes. En la primera se presentan “Go for Barocco” en la versión de Les Ballets Eloelle/Grandiva; un pas de deux del repertorio clásico, y “La muerte del cisne”; la segunda está dedicada al segundo acto de “El lago de los cisnes”, versión del maestro Víctor Treviño, director artístico de Eloelle/Grandiva. “Tiene varias sorpresitas, tanto de escenografía como de los bailarines; es realmente extraordinario”, revela Tonatiuh sobre el cierre de la función.

Hace ver que hay una línea muy delgada entre la comedia y la payasada, y que el reto del ballet humorístico es que a los espectadores “no los pierdas, los tienes que tener enganchados”.

En la función participarán 12 ejecutantes, entre ellos el yucateco Jimdel Pool.

En "El lago de los cisnes". Fotografía de cortesía
La respuesta a “Men in Tutus” ha sido muy buena, según apunta Tonatiuh. En una actuación de Iván Félix en Sinaloa “la gente estaba aplaudiendo cañón, nos pidieron después entrevistas, hubo muy buenas críticas”, rememora.

En abril pasado llevaron el espectáculo al Festival Morelos Danza, donde “la gente reaccionó espectacularmente”, y a Toluca con motivo del Día Internacional de la Danza. En la capital mexiquense “la gente se fue supercontenta, las críticas en algunos periódicos y revistas y de bailarines fue muy buena; nos hablaron de otros países para colaborar y ver la forma de hacer más con Males on Pointe”.

Pero no solo las funciones han despertado esa respuesta, sino también el programa formativo, que surgió en abril de 2020 y al que se han acercado no únicamente hombres. “Hubo muchas mujeres que querían aprender a hacer cosas de varones y empezaron a salir muchísimas ideas”, afirma Tonatiuh.

A Iván Félix le tomó seis meses aprender a bailar en puntas. Considera que, por las características musculares de los varones y porque el entrenamiento con puntas llega cuando ya se tiene una base técnica, “en cierto punto es más sencillo para nosotros”. Sin embargo, “sí se requiere de habilidades, no cualquier varón puede desarrollar un trabajo en puntas para ser profesional”, reconoce.

“Ahora, el ballet comedia es un espacio diverso en el que pueden existir diferentes alturas, diferentes maneras de movimiento, diferentes físicos... eso es comedia por sí solo. El entrenamiento para un varón es básicamente el mismo que para una mujer en sus primeros momentos de desarrollo de la técnica. Cuando se llega a un nivel intermedio profesional es cuando el entrenamiento se inclina más al varón para incluir los grandes saltos y giros”.

El tiempo de preparación dura en promedio un año y medio. Aunque él pudo dominar la técnica en seis meses “obviamente en el momento en que entré (a Les Ballets Eloelle/Grandiva) no podía hacer todo lo que ahora hago; ya tengo tres años bailando en punta, mi manejo de la punta hoy en día es más depurado que cuando entré”.

El espectáculo "Men in Tutus". Fotografía de cortesía
Para un hombre lo más difícil de bailar en puntas es… bailar en puntas. “Las variaciones de mujer mucha gente puede decir que son más fáciles que las de hombre, pero, las chicas lo van a entender, no son nada fáciles, el trabajo de puntas es muy difícil, hay que tener un manejo del zapato muy bueno para sentirte libre en el escenario, bailar con naturalidad, lograr los retos técnicos”.

“Lo siguiente más difícil en nuestro caso”, añade, “es ponernos el tutú, la peluca, las pestañas... Cuando bailas con un tutú o un vestido largo no se te ven los pies y como varón estás acostumbrado a tener la noción de dónde están tus pies”.

Iván y Tonatiuh visualizan el futuro de Males on Pointe con un público y un grupo de estudiantes más amplios. “Me interesa que la compañía se vuelva internacional, que pudiéramos tener algunos tours, salir de México para presentar estos espectáculos; sería una oportunidad extraordinaria para los bailarines vivir una carrera profesional”, declara Tonatiuh.

“Hay ahora dos compañías en el mundo que pueden ofrecer trabajo estable (a hombres que bailan en puntas), queremos ser la tercera que dé oportunidades estables a los bailarines. El año pasado que abrimos el plan de entrenamiento se inscribieron 322 chicos”.

Iván coincide en el objetivo de acercar a más personas al programa, “poderles ofrecer oportunidades que muchos veían imposibles; yo al principio no tenía un referente a quien seguir, eso quiero que cambie y ya ha cambiado con esos 300 chicos y ahora con los que están en Males on Pointe”. Igualmente, “formalizar más el programa para que tengan ellos algo que acredite que están haciendo un entrenamiento en puntas”.

Para la compañía su deseo es “seguir creciendo, seguir llegando a más personas, es muy importante ofrecerle al público versatilidad, no solo ballet comedia, sino diferentes estilos de movimiento de hombres en puntas”.

“Hay muchos chicos a los que les gusta bailar en puntas pero no todos quieren hacer ballet comedia y queremos abrirles oportunidades porque hay quienes buscan irse al extranjero, abrirles el espacio aquí y que sea de nivel”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Laura Alonso: “El amor hace milagros”

¿Pole dance en Mérida? ¡Claro que sí! ¿También para los varones? ¡Por supuesto!