Oda a la vida con el Bolero de Ravel

 

"Bolero de Ravel. Oda a la vida" de Tatiana Zugazagoitia. Fotografía de Luis Pérez G.

En la penumbra se adivina la figura entre la hierba: una zarigüeya reclama su derecho a estar presente en el jardín en que, entre limonarias, palmeras y otras especies, las palabras conjuran el movimiento.

En el conversatorio: Tatiana Zugazagoitia, Zizinete
Maravé, Rosy Burgos y Liliana Aranda
En ese espacio al aire libre tiene lugar el conversatorio que sigue a la última proyección pública de “Bolero de Ravel. Oda a la vida”, la creación dancística con que Tatiana Zugazagoitia se sumó a la edición 2021 del Mérida Fest y en la que la acción del cuerpo es apología de la existencia.

Las seis funciones de los tres días —del jueves 14 al sábado 16 de enero— adoptaron una dinámica a la inversa de aquélla que la pandemia ha impuesto a la apreciación de las artes en confinamiento: en lugar de una representación en vivo observada en línea desde casa, los espectadores se desplazaron a Fuera de Centro, el “santuario” de la coreógrafa en Itzimná, para ver una ejecución registrada en vídeo.

La cámara no es, sin embargo, un testigo indiferente de la coreografía, sino que le hace aportaciones, como perspectivas aéreas y acercamientos a los rostros de los bailarines.

A la manera de la composición de Maurice Ravel, en que una figura melódica única se repite continuamente y solo varían los efectos orquestales, “Oda a la vida” consta de frases coreográficas reiterativas a las que en cada ciclo se suman otros movimientos y más ejecutantes. Éstos son 16 en total, un número inusual para una producción de Tatiana Zugazagoitia, como ella misma admitió.

Fotografía de Luis Pérez G.
“Normalmente trabajo solos, duetos, tríos o, cuando mucho, un cuarteto o quinteto”, recordó en el conversatorio. Pero “aquí había necesidad de mucha gente; quería una danza presencial, que nos viéramos, aunque no nos tocáramos porque había que cuidarnos”.

El elenco lo integró como bailarines que han colaborado anteriormente con ella, egresados de las licenciaturas en Docencia de la Danza Clásica y Teatro, y ejecutantes de ballet, cuyos ensayos, también como la música de Ravel, fueron in crescendo. “La manera de trabajar inicialmente fue a través de Zoom”, explicó Tatiana. “Grabábamos presencialmente las frases Andrea (Urban), Zizi (Maravé) y yo; se las mandábamos a las chicas y chicos, se las aprendían y luego por Zoom íbamos corrigiendo, lo cual fue un poco complicado porque es una danza que tiene que ser muy precisa musicalmente”.

“Cuando esas frases ya estaban aprendidas invitábamos de dos a tres bailarinas a que vinieran al salón a reforzar esas frases”.

Cuando toda la coreografía estuvo armada, los bailarines se reunieron en el parque de Itzimná a ensayarla en conjunto. “Inmediatamente se generó un ambiente muy bonito, muy empático, muy solidario. Fue una experiencia fantástica”, señaló su creadora.

Fotografía de Luis Pérez G.

La pieza se grabó durante dos días en la explanada del Gran Museo del Mundo Maya, en atención al deseo de Tatiana de que se realizara en un sitio “que nos haga sentir la amplitud del espacio”.

El proyecto, añadió, se hizo posible con recursos del fondo Acciorama de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta).

El interés de lograr una conexión con la gente llevó a programar las funciones presenciales de la videodanza.  “Ha sido un placer recibir público, volver a sentir la energía en este espacio, volver a compartir el trabajo de manera presencial”.

Y sobre el título “Oda a la vida”, confesó: “En este momento en que están sucediendo tantas muertes, el movimiento es vida. Con toda la tristeza de la gente que ha perdido a alguien, digo sí a la vida”.

La dirección y coreografía de “Bolero de Ravel. Oda a la vida” es de Tatiana Zugazagoitia; la asistencia de coreografía, de Zizinete Maravé y Andrea Urban; el vestuario, de Mónica Aranda; la videodanza, de Atocha Crespo; la fotografía, de Luis Pérez G., y la asistencia de producción de José Luis Cumí y Maritza Figues.

Es interpretada por Zizinete Maravé, Angie Canto, Luz González, María Cantarell, Nili Gallegos, Leslie Ramírez, Nicole Carrasco, Liliana Aranda, Sofía Aguilar, Day González, Mariana Ceballos, Sandy Salazar, Rosy Burgos, Yvonne Gómez Quintal, Guillermo Burgos y Jesús Padrón.

Fotografía de Luis Pérez G.


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