Gaby González: “El trabajo duro siempre paga”
![]() |
Gaby González y Joseph Steinauer en "Ballad Unto..." de Dwight Rhoden para el Tulsa Ballet. Foto de Brian Guilliaux |
Gaby González ya sabe cómo quiere concluir su trayectoria en
la danza: “Me gustaría algún día regresar a Yucatán y tener mi propia compañía.
Ése es mi sueño, el final feliz: empezar una compañía a nivel mundial, como el
ABT y el Royal Ballet; que haya una así en Yucatán”.
No es que la yucateca, de 28 años y bailarina del Tulsa
Ballet en Oklahoma, esté siquiera cerca del retiro. “Lo veo como una cosa muy a
futuro”, porque hay “muchas cosas que aprender para hacer que una compañía
tenga éxito”.
Por eso está aprendiendo del ejemplo de Marcello Angelini,
quien en 1995 asumió la dirección artística de un Tulsa Ballet que “no estaba
al nivel que está ahora”, cuando ya “es reconocido mundialmente, todo el mundo
tienen el ojo en el Tulsa Ballet, se está corriendo la voz de que el nivel está
muy bueno”.
![]() |
En clase. Foto de Rosalie O'Connor |
Ésa es una de las razones por las que Gabriela González
Medina ha decidido permanecer por sexta temporada en la agrupación estadounidense,
que el 25 de julio pasado empezó a trabajar en su ciclo 2016-2017. “Estoy
orgullosa de estar en esta compañía”, admite. “La puedes comparar con el Boston
Ballet, el San Francisco Ballet, que son mucho más grandes en presupuesto y tamaño.
Tenemos la oportunidad de bailar coreografías increíbles, de coreógrafos de
nivel mundial”.
Y también por las clases que el elenco recibe de Angelini y
su esposa Daniela Buson. “Tienen muy buen ojo, sus clases son buenísimas.
Siento que mi nivel como bailarina ha mejorado por las clases que dan y por el
repertorio que bailamos”.
“La temporada pasada fue un sueño para mí porque bailé un
montón, como nunca antes”, dice Gaby, quien, aunque integrante del cuerpo de
baile, en el período 2015-2016 “casi todo bailé de solista o de principal”. Actuó
en “Ballad Unto...”, que Dwight Rhoden creó para el Tulsa Ballet; en la versión de
Edward Liang de “Romeo y Julieta”, como la cortesana del protagonista; “Remansos”
de Nacho Duato, con el principal Hyonjun Rhee como partenaire; “Infra” de Wayne
McGregor, en uno de los cuatro duetos protagónicos; “Serenade” de George
Balanchine, como una de las tres bailarinas estelares; “Rooster” de Christopher
Bruce, en los papeles de Ruby Tuesday y Lady Jane, y “Petit mort” de Jiri
Kylian, en dos de sus pas de deux.
Las obras de Kylian y Bruce las bailó durante la gira que la
compañía hizo a finales de marzo y principios de abril por ciudades de Italia y
en la que también se presentó “Classical Symphony” de Yuri Possokhov. “De cada
programa hubo dos elencos”, recuerda Gaby; “en dos de los programas yo estuve en
los dos elencos, en papeles diferentes”.
![]() |
Gaby y Joao Sampaio en "Petite mort" de Jiri Kylian. Fotografía del Tulsa Ballet |
Nada mal para quien en 2010 se vio obligada a hacer una
pausa en su actividad profesional cuando le fue negada la renovación de su visa
de trabajo en Italia, donde era parte del Balletto del Sud, al que se había
unido después de estar dos años en el Miami City Ballet, de cuya escuela se
graduó. Gaby permaneció unos meses en la ciudad que la vio nacer a la danza –comenzó
su formación en el Centro Estatal de Bellas Artes– hasta que a principios de
2011 audicionó para el Tulsa Ballet.
“Tal vez se escuche cursi, pero sí es verdad que todo pasa
por algo y mientras más pasa el tiempo más me doy cuenta; no sólo en la
carrera, sino en la vida cotidiana hay un Plan Maestro para nosotros. En el
momento fue frustrante (el rechazo de la visa), pero qué bueno que pasó porque
por eso estoy donde estoy”.
![]() |
El perfil de Gaby González en la página del Tulsa Ballet |
Ahora a Mérida regresa cada verano. Considera que aquí la situación
de la danza “va por buen camino; recuerdo cuando iba a Bellas Artes, ni
siquiera iban varones; también hay más oportunidades, llevan a gente para que dé
cursos y después ofrecen becas para el Miami City Ballet School”. Además, hay “muchos
más proyectos y grupos de danza comenzando a florecer, así que definitivamente
vamos bien ahí”.
Estar en Estados Unidos le permite a Gaby vivir de su
trabajo como bailarina. “El salario de un bailarín profesional en Estados
Unidos es un poco más del doble del salario mínimo”, revela. En su país de
acogida, el suyo es “un trabajo de verdad”; “desgraciadamente, siento que en
ciudades de México lo ven como un hobby”.
![]() |
La imagen de Gaby, captada por Jeremy Charles, ilustra el cartel de promoción de "Signature Series" |
Sobre su futuro en el Tulsa Ballet, admite que “no estoy
donde me gustaría, obviamente quiero seguir subiendo”, pero “me atrevo a decir
que sí voy a llegar, porque el trabajo duro siempre paga”. “Si sigues
trabajando en algo y le pones todo tu tiempo y esfuerzo no va a quedar de otra
que llegue. Una de las cosas por las que sentí que el año pasado fue un escalón
grande fue porque dije: yo quiero papeles protagónicos, ésa fue la meta que me
puse. Nada más trabajé, trabajé, trabajé, trabajé, y la temporada fue pasando y
me fueron dando los papeles. Por eso digo que no importa cuánto tiempo se
tarde, confío en que si sigo trabajando fuerte voy a llegar”.
“Ser bailarín no es sólo talento, tienes que aprender mucho
de tu cuerpo. Al principio me lastimaba y no sabía cómo tratarlo. Aprendí que
mi parte débil son mis tobillos, porque son muy flexibles, entonces ya sé qué
ejercicios tengo que hacer. Son muchas cosas que tienen que unirse y a cada
quien le llega en diferente tiempo”.
Comentarios
Publicar un comentario