Aniuska Camacho: “No deberíamos imitar, sino mejorar en lo que destacamos”
Aniuska Camacho Torres durante una presentación. La fotografía es de cortesía |
La búsqueda de profesionalización en la danza ha llevado a Aniuska Camacho Torres a viajar continuamente fuera de Yucatán para asistir a clases en otras entidades del país, Cuba, Estados Unidos y España.
Como Kitri en "Don Quijote" . Foto de cortesía |
Y hace poco más de un mes regresó de Madrid, donde aprovechó un intercambio universitario para entrenarse en el Madrid Dance Center y el Ballet de Cámara de la capital española.
“La danza se renueva, la técnica se renueva, los bailarines cambian… Siempre he buscado ir a cursos, clases maestras, mantenerme entrenada para estar lista y preparada para entrar a una compañía”, dice la ejecutante de 22 años, que hace cuatro se graduó en la Academia de Danza Pro-Arte, que dirige la maestra Aniuska Torres Santana, su profesora y mamá.
Porque el objetivo de la bailarina es ingresar a una agrupación profesional, sea de México o del extranjero. Y hacia ahí ha enfocado esfuerzos como la asistencia en 2015 en Barcelona al programa IBStage, en el que “compartes clases con compañeros de la English National Ballet School, la Royal Ballet School, la Escuela de la Ópera de París y los maestros son primeros bailarines de las mejores compañías del mundo o son ahora maestros de esas compañías, como el New York City Ballet, el ABT…”.
Además, el curso “invita a los grandes bailarines de las compañías para la gala de clausura”, de modo que “logras ver el escenario como es a nivel profesional y compartir con ellos”.
Dos generaciones de bailarinas: Aniuska Torres y Aniuska Camacho |
Durante cinco años asistió al Encuentro Internacional de Academias de Ballet en La Habana, ediciones en las que actuó en la gala inaugural, y en la última ocasión participó también en el Concurso para Jóvenes Bailarines. Otros certámenes en los que ha intervenido son el Nacional de Danza Infantil y Juvenil de México, en 2015, en el cual quedó finalista, y el Attitude, en 2016.
También en 2016 fue becada por el Circuito Dancístico y Cultural Nueva York, que coordina el maestro Cristóbal Ocaña, para recibir clases de danza clásica y contemporánea y jazz en Estados Unidos. En esa ocasión fue admitida en el programa Trainee de la Joffrey Academy of Dance, pero finalmente decidió no ingresar a la institución porque “me iba a tomar cuatro años de estudio de escuela; preferí buscar plataformas donde me pudiera entrenar a nivel profesional, no tanto a nivel académico”, explica Aniuska.
Como Esmeralda. Foto de cortesía |
“Me dieron la oportunidad de tomar clases con ellos, ir al entrenamiento como practicante. Los maestros son exbailarines del Ballet Nacional de Cuba, grandes profesores, entre ellos Orlando Salgado, Óscar Torrado y Marina Leonova”.
Por el horario de las clases en la universidad y las sesiones en el Ballet de Cámara, Aniuska contaba aún con tiempo disponible para entrenar y comenzó a asistir al Madrid Dance Center, del que es director artístico Iván Barreto, exintegrante de compañías de España y Estados Unidos. Al cierre del semestre se invitó a la joven yucateca a actuar en la gala de clausura, el 25 de junio, con la variación de Medora de “El Corsario”. Aniuska ya cuenta con una beca para regresar en el próximo verano.
Con una exbailarina del Ballet Nacional de Cuba y el Ballet de Camagüey como mamá era improbable que la danza no formara parte de la vida de Aniuska. Sin embargo, “nunca fue obligación, siempre fue decisión mía ir”.
“Fui creciendo y cuando tuve más conciencia de lo que quería le eché más ganas, ya no era nada más un hobby como cuando estaba chiquita, sino que era algo a lo que quería dedicarle más tiempo”.
En "Don Quijote". Foto de cortesía |
La Ingeniería Industrial la continuará estudiando dos años más porque “siempre me ha gustado organizar, mantener las cosas en orden, ver que las cosas salgan bien”, enfoque que en la actualidad se le da a esa actividad profesional y que ella ya aplica en Pro-Arte, donde ha tenido a su cargo a varios grupos de alumnos. La carrera “la puedes aplicar en la danza”, indica.
A Isaac Hernández lo señala como uno de los bailarines que le inspiran porque “pensamos a veces que los mexicanos no llegamos lejos y él sí”. Recuerda haberlo conocido en los programas para estudiantes en Cuba, en cuyos certámenes “lo vimos ganar”. “Siempre ha estado muy pegado a México, siempre ha querido transmitir todo lo que ha logrado en busca de que más mexicanos lo consigan”.
Entre las mujeres destaca como favorita a la argentina Mariela Núñez, no solo por su técnica sino también por “su humildad al bailar”; a Tamara Rojo y a Viengsay Valdés porque “es supertrabajadora, supertenaz, pudo tener cualidades de nacimiento pero ha trabajado muchísimo más".
“Me encantan los bailes de carácter y ella (Viengsay) es mi favorita para esos ballets por su seguridad en el escenario, manera de expresarse, de sonreír, de coquetear”, apunta.
“Es lo que todos los bailarines deberíamos hacer: no tratar de imitar, sino trabajar con nosotros mismos y mejorar en lo que destacamos”.
Escucha en voz de Aniuska Camacho Torres cuáles son las compañías de ballet de las que le gustaría formar parte, los obstáculos a los que se enfrentan los bailarines yucatecos para sobresalir y lo que ha aprendido del ejemplo de su madre:
“Es lo que todos los bailarines deberíamos hacer: no tratar de imitar, sino trabajar con nosotros mismos y mejorar en lo que destacamos”.
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Escucha en voz de Aniuska Camacho Torres cuáles son las compañías de ballet de las que le gustaría formar parte, los obstáculos a los que se enfrentan los bailarines yucatecos para sobresalir y lo que ha aprendido del ejemplo de su madre:
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