Argenis Montalvo: “Romeo es uno de los roles que más quiero interpretar”


Argenis Montalvo en "Manon". La fotografía es de Paulo García

Que el arte del bailarín profesional es físicamente demandante es algo que, si no se sabe, se puede imaginar. Pero hay una exigencia que con frecuencia pasa inadvertida: la emocional.

Argenis con Rebeca Díaz y Jorge Iuit, de Tutú Producciones

Es por esa razón que cuando a Argenis Montalvo, primer bailarín de la Compañía Nacional de Danza (CND), se le pregunta por alguna lección que más atesore de sus maestros responde que el aliento para seguir adelante, el “apoyo que se necesita mucho en esta carrera”.

“No es fácil. Incluso ahora siendo primer bailarín es difícil mantener la parte psicológica siempre al cien. (Los maestros) me dieron este apoyo y me enseñaron a cómo seguir solo, a no decepcionarme a la primera y rendirme”.

Argenis estuvo de visita en Mérida a finales de junio pasado para ser uno de los profesores del Ballet Weeknd Workshop volumen 3, convocado por Tutú Producciones, que dirigen los maestros Rebeca Díaz y Jorge Iuit. El bailarín tapatío impartió las clases de danza clásica y la maestra Monserrat Aguilar, de jazz lírico y funk. Las sesiones fueron en salones del Centro Estatal de Bellas Artes.


Antes de comenzar la clase
“Es una carrera muy competitiva, nos vamos ganando nuestro lugar dentro de una compañía, pero es difícil permanecer con el mismo nivel y la misma figura estética… y aun así no es garantía”, admite Argenis, quien en 2013 se unió a la CND y dos años después fue ascendido a primer bailarín.

Recuerda que cuando se preparaba el estreno de “Manon”, el año pasado, “me eligieron para ser el principal junto con otros elencos y faltando días para el estreno me sacaron; ya no hice el principal, de hecho ya no hice nada… sí lo sentí”.

“Había otras funciones, otros ballets que hacer; pero emocionalmente sí me afectó. No siempre es esta parte de ‘qué padre, voy a hacer mil cosas’. Nos ha pasado a muchos de nosotros”.

“Ya después tuve la oportunidad de hacer el principal de ‘Manon’, ahí ya estaba más feliz (sonríe). Pero a muchos nos ha pasado eso… o no nos eligen para ser el principal siendo primeros bailarines. Es complicado ocultar esa parte al público”.

Con la maestra Monserrat Aguilar, en la entrega del diploma
de participación a Paulina Basto Escalante
De 25 años de edad, es egresado de la Real Academia de Ballet Ana Torquemada de Guadalajara y formó parte de la Compañía Clásica y Neoclásica de Jalisco antes de integrarse a la CND. En Mérida se presentó en 2014 con la agrupación dancística, en funciones de “Giselle” en el Teatro José Peón Contreras.

¿Cuál es tu definición de primer bailarín? ¿Es el que gira siempre más rápido, el que salta más alto, el que nunca se equivoca?

Justamente, no; esas cosas son herramientas que podemos aprovechar para dar más amplitud a ciertos estilos; pero un primer bailarín debe tener todo el entendimiento de la danza clásica. Somos también intérpretes. El público paga un boleto por ver algo estético, que entienda, no solamente a una persona que gira un montón, salta un montón, y quién sabe qué pasó en dos actos. Un primer bailarín debe tener la posibilidad de interpretar y hacerle llegar al público, transmitirle un sentimiento.

Ser primer bailarín, tanto para hombres como para mujeres, suele ser la meta máxima de la carrera. Quienes no consiguen llegar hasta ese punto, ¿pueden pensar que tuvieron una carrera satisfactoria?

Cuando empezamos siempre aspiramos a ser el primer bailarín o bailarina o interpretar tal rol, pero he conocido gente dentro de la compañía y por fuera que le toma gusto a ser cuerpo de baile, a quedarse en el conjunto, y toma la batuta, los maestros muchas veces se apoyan en ellos para decir a los de nuevo ingreso: “Miren, así van las filas, este estilo es el que manejamos”. Creo que cada quien aprende a disfrutar su rol y se va dando cuenta de lo que le gusta.

Durante la clase 
¿Cuáles son las condiciones que se tienen que cumplir para que ciudades de provincia, como Mérida, logren ser plazas relevantes para la danza en el país como es Ciudad de México?

Definitivamente, la difusión es importante. Se han intentado muchos grupos artísticos donde se tienen ganas de trabajar y un proyecto, pero falta difusión. Recuerdo que en Guadalajara ensayábamos dos meses para tener una o dos funciones, que no se llenaban. Era un poco triste, frustrante para nosotros ensayar tanto, entregar tanto… Aunque es lo que nos gusta y por eso estábamos ahí, a la hora de entregar resultados las funciones no se llenaban y eran muy poquitas, entonces no había oportunidad de hacer cambio de elencos. La Compañía Nacional es tan grande y tiene galas y giras que podemos ir rotando (el personal). Así me dieron a mí la oportunidad; estando en el cuerpo de baile, en una gira me fueron probando. Es importante la difusión y lo que un bailarín necesita para vivir: un buen sueldo, Seguro, prestaciones.

¿Hay algún rol que anheles interpretar y no se te haya dado la oportunidad?

Romeo, es uno de los roles que más quiero. Oneguin también. He tenido mucha suerte de hacer otros roles, como en “El lago de los cisnes”, “Giselle”, “Manon”, “Coppelia”; no lo veo tan imposible de conseguir… Ya hice varios roles que son de piruetas, saltos, esas cosas que impresionan pero a las que no hay mucho más que sacarles. Los que me tienen muy marcado son los de “Giselle” y “Manon”, técnicamente son muy difíciles pero casi ni lo parece. Siento que he crecido mucho como artista e intérprete porque son muchas situaciones dentro del ballet en las que no bailas, no necesitas ni apuntar el pie, pero interpretativamente son muy difíciles y el público lo tiene que sentir; son escenas que no duran un minuto, duran cinco y son pura mímica. Me gustaría bailar lo que se baila en el mundo: Nacho Duato, Forsythe, Kylian. No tengo algo específico; bueno, “Mono Lisa”, pero ya con bailar (obras de) esos coreógrafos es seguro que voy a aprender un montón de cosas.


Con alumnos del Ballet Weeknd Workshop, en el Centro Estatal de Bellas Artes

¿Piensas buscar oportunidades en otras agrupaciones?

Sí me gustaría intentarlo, la verdad. Al principio pensaba quedarme ahí (en la CND), tomar más experiencia, limpiarme técnicamente. Me sigo sintiendo cómodo en la Compañía, pero siento que estoy en un momento en que puedo ir a cualquier otro lugar y competir con la demás gente a otro nivel. Me dan muchas ganas de probar suerte en otros lados.


Antes de comenzar la clase
Sobre el futuro de la dirección de la CND, de la que David Bear Macías es encargado desde que en junio se hizo efectiva la renuncia del titular, Mario Galizzi, Argenis dice que se espera que antes de que finalice el año al menos se haya definido quién será el nuevo director, que sería propuesto por un consejo artístico.

La visita del primer bailarín impulsó un aumento en el número de varones inscritos en la tercera edición del Ballet Weeknd Workshop, que en su primer año tuvo como maestros a Jorge Vega e Irma Morales y en 2017, a Mayuko Nihei y Lourdes Luna.

“Tener a primeros bailarines les deja sensaciones, propuestas. Este año dijimos: nos toca traer a un varón porque la danza yucateca, sobre todo entre los hombres, está creciendo. Nada mejor que alguien que te ayude a ejemplificar y tener esas bases”, señala la maestra Rebeca Díaz.


Y sí que se logró motivarlos. “El primer día no dejaban a Argenis al final de la clase porque le preguntaban cómo hacer todo. El año pasado las chicas estaban fascinadas con Mayuko (primera bailarina de la CND) y este año tuvimos una respuesta cuádruple de varones”, afirma el maestro Jorge Iuit.


La intención de incluir este año clases de danzas urbanas se debió a que los bailarines “definitivamente tienen que ser multifacéticos”, subraya Rebeca. “Es importante que se puedan desenvolver en cualquier tipo de danza, que se les abran otras puertas, que ellos conozcan y tengan la seguridad de que, si no es por un lado, pueden irse por otro”.

“La base técnica de la danza clásica les abrirá más puertas”, añade, “pero al final ellos pueden ir encontrando su forma, su estilo, su ritmo”.

“Hay gente con mucho talento, que llega con mucho potencial y estas otras disciplinas enriquecen su movimiento”, indica Jorge. “Siempre es útil tener el conocimiento corporal de nuevas formas y no encasillarse en la danza clásica”.

Con las experiencias ganadas en tres ediciones, ¿qué habría de esperar para el volumen 4 del taller? Ambos organizadores se lo guardan por ahora para sí, pero hay algo que Jorge sí puede anticipar: “Tenemos sorpresas para el próximo año”.

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