San Francisco espera a Gaby González

Gaby González en un salón del Tulsa Ballet. Foto Daniel Van de Laar

En agosto de 2016, Gaby González le decía a “Yucatán baila” que “no importa cuánto tiempo se tarde, confío en que si sigo trabajando fuerte voy a llegar”. Se refería a los objetivos que se había trazado en el Tulsa Ballet, la compañía a la que pertenecía desde 2011 y que un mes después de esa conversación la ascendió a semisolista (Demi-Soloist).

Esa filosofía se trasluce ahora que la bailarina yucateca anuncia su ingreso al Ballet de San Francisco. Pasado mañana miércoles, Gabriela González Medina comenzará a trabajar en la agrupación californiana, una “de las dos compañías que siempre he idolatrado”. La otra es el Royal Ballet de Londres.

Como una de las princesas de "El lago de los cisnes", al lado
del primer bailarín Hyonju Rhee. Foto de Andrew Fassbender

El pasado viernes Gaby puso fin a una visita de varias semanas a Mérida, donde ofreció talleres a ejecutantes locales. Una actuación en la ciudad que la vio nacer aún no se da, pero ella asegura que le encantaría y que será “cuando la ocasión se presente”.

La nueva etapa en su trayectoria profesional comenzó a gestarse a finales de 2016. En la fecha de su cumpleaños, el 23 de diciembre, decidió enviar por correo electrónico el vídeo de su audición al Ballet de San Francisco. “De verdad que no lo tenía planeado. Me contestaron casi a la hora de enviar mi material diciendo que estaban muy interesados en verme”, nos relata.

El nombre de Gaby ya aparece, aunque por ahora sin foto,
en la lista de bailarines del Ballet de San Francisco 

“A los pocos días ahí estaba tomando clases con ellos en San Francisco. Y ya sabes cómo terminó esa historia”.

“Es un sueño para la mayoría de los bailarines profesionales pertenecer a una compañía reconocida mundialmente”, añade. La de San Francisco “está entre las cinco mejores del mundo, hasta hay gente que la considera entre las tres mejores”.

“Estuve en Tulsa bastante tiempo y estaba feliz hasta el momento, pero a veces pasan cosas que ponen a uno a pensar... Entonces decidí que era hora de una nueva experiencia”. Esta experiencia empezará con un puesto en el cuerpo de baile, pero para Gaby “lo más importante es tener el pie adentro de esa compañía”. 

En "Onegin" con el Tulsa Ballet. La
fotografía es de Francisco Estévez

Las vivencias en la agrupación de Oklahoma, que “siempre tendrá un lugar especial en mi mente”, las sintetiza como “de aprendizaje”. “La mayoría de las personas no lo sabe, pero el Tulsa Ballet igual es reconocido mundialmente. He oído hablar del Tulsa Ballet en Suecia, Alemania, Francia. Todas las compañías grandes ya saben del Tulsa Ballet”.

“El director (Marcello Angelini) se ha encargado de poner el nivel de esa compañía al mismo nivel de las grandes. El nivel de los bailarines en Tulsa es igual de impecable que el de las compañías más reconocidas mundialmente”.

En seis temporadas con la agrupación “tuve la oportunidad de trabajar con los coreógrafos de más renombre en el mundo y con gente que de verdad es conocedora del buen ballet; he aprendido muchísimo”.

En San Francisco, donde la temporada venidera será de estrenos –12 nuevas obras de igual número de coreógrafos–, desea “crecer como bailarina, absorber todo lo que pueda, ya que voy a trabajar con gente extremadamente talentosa y con verdaderos conocedores”. El objetivo es “seguir aprendiendo y trabajar para ser mejor cada día”.

¿Alguna otra compañía que esté entre sus metas profesionales? “No. Es increíble pensar que de las dos compañías que siempre he idolatrado he terminado en una de ellas. ¡Soy muy afortunada de haber entrado a una de mis dos compañías de sueño!”.

En "Romeo y Julieta" con Hyonju Rhee. Foto de Julie Shelton