Eduardo Blanco: “Lo más importante es amar lo que uno hace”
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El coreógrafo Eduardo Blanco y Viengsay Valdés, subdirectora artística del Ballet Nacional de Cuba. Foto vía Instagram |
El nombre de Eduardo Blanco está estrechamente ligado al del
Ballet Nacional de Cuba. El mismo año de su graduación de la Escuela Nacional
de Ballet en La Habana, el artista se unió a la compañía fundada por Alicia
Alonso no solo como ejecutante, sino también como coreógrafo.
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El maestro Blanco durante una clase en Mérida |
En Yucatán su trabajo se pudo ver en la función de clausura del programa de
formación Yucatán Dance Stage (YDS) –en abril pasado–, en la que los bailarines
Triana Botaya y Léster González interpretaron “Reencuentros” del maestro
Blanco.
En la actualidad residente en Panamá, donde desarrolla su
labor artística con el Ballet Nacional, Blanco no ha perdido los lazos tanto
con la Escuela Nacional de Ballet de Cuba como con la compañía que lo vio nacer
a la danza, que a través de su subdirectora Viengsay Valdés le ha refrendado el
interés de mantener la colaboración.
“Yo sí fui profeta en mi tierra”, le dijo el maestro Blanco
a “Yucatán baila” durante su visita a Mérida para impartir clases en YDS. “Considero
que he hecho un gran trabajo en Cuba, en pleno período especial. Me siento
honrado de que el país me reciba”.
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Léster González y Triana Botaya en “Reencuentros” |
Ahora desea involucrarse en más proyectos fuera de la isla,
donde admite que se ha ganado un un nombre, algo para lo que se requiere “trabajo,
sacrificio y voluntad de Dios”.
Canadá, España, Brasil y México son algunos países en los que montado
coreografías. “México me encanta, es un gran país. Quien
triunfa en México triunfa en el mundo. Mi respeto para México y los artistas
mexicanos que han triunfado”, dijo.
“México puede abrir puertas a grandes artistas”, añadió.
Eduardo Blanco reconoce en su vida la marca de tres
personas: su madre, por ser una mujer de voluntad férrea; Alicia Alonso, “mi
directora desde los 16 años”, y Fidel Castro, quien “me apoyó artísticamente”.
“Trato de ser original desde pequeño”, afirmó el artista sobre
su trabajo, en el que, apuntó, “busco un sello como coreógrafo”.
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En un ensayo con el Ballet Nacional de Panamá. Foto: La Prensa |
“Las personas se identifican con mi estilo”, agregó el
maestro Blanco, quien admitió que uno de sus distintivos es el trabajo con
multitudes, como lo hizo al encabezar en 2011 en La Habana el flashmob “Únete”,
el primero en Cuba, en el marco del 20o. Aniversario de la Convención sobre los
Derechos del Niño.
Consideró que para atraer a los espectadores hacia
coreografías nuevas y no limitarlos a ver los clásicos son importantes los
medios y la originalidad del tema. “Debe haber un tema que enganche al público
para que se sienta motivado” a presenciar obras nuevas.
Pero “lo más importante es amar lo que uno hace y disfrutar
al máximo las cosas de la vida”.
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