Yucatán y Canadá, unidos por la danza
Luis G. Cantón Rocher y Jade Castro en la grabación del vídeo
del proyecto "Popol Vuh: Cuando me cegué a ver el vacío que
existía en tus ojos", en Mérida. Foto: Kenneth Kepchar
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Yucatán y Canadá quedan unidos en un proyecto multidisciplinario del bailarín Luis G. Cantón Rocher, quien toma relatos contenidos en el Popol Vuh y los relaciona con temas contemporáneos, como el trastorno narcisista de personalidad.
Jade Castro. Foto Kenneth Kepchar |
“Popol Vuh: Cuando me cegué a ver el vacío que existía en tus ojos” sería representado en vivo por cuatro artistas canadienses al tiempo que se proyectaría el vídeo de una interpretación por dos o tres yucatecos.
En agosto de 2017, en visita a Mérida, Luis hizo una grabación experimental –que le sirvió para respaldar su solicitud de apoyo económico– con la bailarina Jade Castro y el actor Willy Vázquez. La edición estuvo a cargo de Kenneth Kepchar. “Nos acoplamos muy bien trabajando”, dice Luis, también actor y coreógrafo y quien recientemente se estableció en Toronto, después de radicar desde 2003 en Vancouver.
Luis, quien en estos días hace una nueva visita a su ciudad natal, explica que aún no toma
“Me gusta trabajar conforme a impulso y la evolución del mismo dependerá de la capacidad del elenco, así como de las decisiones que tome a nivel orgánico”.
Willy Vázquez. Fotografía de Kenneth Kepchar |
Sobre la música, considera la posibilidad de que sea de Moisés Hernández, de Mérida; la artista indígena canadiense Cris Derksen o los compositores Rossbirdwise, también de Canadá, y Emmanuel Mailly, de Francia.
De ser aprobada la propuesta, la idea original podría modificarse según el presupuesto, la disponibilidad de los ejecutantes y los cambios en la dirección artística. “Cuando dirijo una coreografía tiendo a cuestionar mucho mi propio trabajo y juzgarlo desde diversos ángulos. Me atraen las ideas claras, sin caer en la brutalidad consumista o el arrogante seudointelectualismo”.
Jade Castro. Fotografía de Kenneth Kepchar |
“Un narcisista no es solamente una persona con un alto grado de vanidad, como se cree. Todos tenemos ciertas características narcisistas, que son necesarias para un ego saludable; el trastorno narcisista de la personalidad va mucho más allá. Estos individuos carecen de empatía, son manipuladores y viven disfrazados entre nosotros con máscaras de bondad y como finalidad última tienen la destrucción de la víctima”.
A Luis, colaborador de la compañía Circadia Indígena junto a Byron Chief-Moon y JP Longboat, le gustaría presentar en Mérida el proyecto e incluso realizar intercambios entre Canadá y Yucatán.
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